Queridos amigos:
La ofensiva publicidad de Benetton me dio asco.
Puede buscarse con Google poniendo "benetton publicidad", y podrán ver al Papa besándose en la boca con otro mandatario.
¿Es acaso digno de seres civilizados, respetuosos de los valores ajenos, denigrar dichos valores para hacer una publicidad que llame la atención?
No: esto es propio de la barbarie, hacia la cual, desgraciadamente, nos vamos encaminando por causa de la "moderna y avanzada" tendencia moral de barrer con todos los valores para imponer el caos sexual en el planeta.
El "todo vale" es hoy considerado como ser progresista, estar al nivel de los países avanzados, no ser retrógrados, no permanecer en el viejazo.
¡Cuántos disparates traen a colación los defensores de la criminal "modernidad"!
Sin embargo esos disparates hoy son el dogma de los enemigos de la vida y la familia, es decir, los enemigos de la civilización y del verdadero progreso y del eficaz avance de la humanidad.
Estos "neorreformadores fracasados", avanzan portando los estandartes de la barbarie salvaje y primitiva. donde rige la "ley del más fuerte", entronizando la norma del "vale todo".
Pero donde "todo vale", nada vale, porque todo resulta igual:
curar o matar; odiar o perdonar; robar o trabajar...
Y no puede una publicidad tomar por lema "no al odio", ¡cuando lo está promoviendo! con tan grave falta de respeto hacia las personas ridiculizadas en la citada publicidad, aunque no se tome en cuenta su investitudra: Todo es igual.
Me estoy recordando de la letra de un famoso tango, cuyo título es "Cambalache", que describe, con asombrosa certeza y notable filosofía, la ausencia de moral, de respeto y de justicia en la Humanidad de todos los tiempos.
Para los que desconocen esta maravillosa composición musical, cuya letra y música puede encontrarse en Google, poniendo: "tango cambalache", copio aquí toda su letra, destacando en negrita lo que se refiere al criterio, siempre vigente en el accionar de quienes menoscaban la moral y la dignidad del ser humano, y otorgan el mismo valor al honesto y al bandido, en la creencia hipócrita de que ese es "el trato igualitario". Léanlo:
CAMBALACHE
Música: Enrique Santos Discepolo
Letra: Enrique Santos Discepolo
Que el mundo fue y será una porquería
ya lo sé...
(¡En el quinientos seis
y en el dos mil también!).
Que siempre ha habido chorros,
maquiavelos y estafaos,
contentos y amargaos,
valores y doblez.
Pero que el siglo veinte
es un despliegue
de maldad insolente,
ya no hay quien lo niegue.
Vivimos revolcaos
en un merengue
y en un mismo lodo
todos manoseaos...
¡Hoy resulta que es lo mismo
ser derecho que traidor!...
¡Ignorante, sabio o chorro,
generoso o estafador!
¡Todo es igual!
¡Nada es mejor!
¡Lo mismo un burro
que un gran profesor!
No hay aplazaos
ni escalafón,
los inmorales
nos han igualao.
Si uno vive en la impostura
y otro roba en su ambición,
¡da lo mismo que sea cura,
colchonero, rey de bastos,
caradura o polizón!...
¡Qué falta de respeto, qué atropello
a la razón!
¡Cualquiera es un señor!
¡Cualquiera es un ladrón!
Mezclao con Stavisky va Don Bosco
y "La Mignón",
Don Chicho y Napoleón,
Carnera y San Martín...
Igual que en la vidriera irrespetuosa
de los cambalaches
se ha mezclao la vida,
y herida por un sable sin remaches
ves llorar la Biblia
contra un calefón...
¡Siglo veinte, cambalache
problemático y febril!...
El que no llora no mama
y el que no afana es un gil!
¡Dale nomás!
¡Dale que va!
¡Que allá en el horno
nos vamo a encontrar!
¡No pienses más,
sentate a un lao,
que a nadie importa
si naciste honrao!
Es lo mismo el que labura
noche y día como un buey,
que el que vive de los otros,
que el que mata, que el que cura
o está fuera de la ley...
Mis queridos amigos: ¡QUÉ ASCO ME DA BENETTON!
Cordiales saludos:
Dr. Francisco Oliveira y Silva
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