Queridos amigos y lectores:
Hoy me quiero referir a dos hombres, espiritualmente grandes.
El Papa Francisco, y el Padre Michel Quoist.
Pondré en la elaboración de este artículo muchísimo cariño, porque ambos se han ganado toda mi simpatía y mi admiración incondicional.
De ambos he aprendido lo más puro del Mensaje de Cristo, y los dos me han hecho sentir orgulloso de pertenecer a la Santa Iglesia católica.
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ESTE ES EL SACERDOTE FRANCÉS MICHEL QUOIST:
ÉL YA SE ENCUENTRA EN EL CIELO, HABLÁNDOLE A DIOS
DE LAS COSAS DE LA TIERRA.
ESTE ES EL PAPA FRANCISCO: ÉL SE ENCUENTRA EN LA TIERRA, HABLÁNDOLES A LOS HOMBRES, DE LAS COSAS DEL CIELO.
EL PAPA FRANCISCO DIJO:
Le critère de la décadence pour el criterio de decadencia para
une personne, una persona
une société, una sociedad
une Eglise, una Iglesia
c'est lorsqu'elle sert en premier es (o se da) cuando ésta sirve primeramente
les plus puissants, a los más poderosos
les plus riches, a los más ricos
au lieu de servir en priorité en lugar de servir en prioridad
les plus souffrants, a los más sufridos
les plus pauvres. a los más pobres
(La traducción, en letras azules, es una gentileza de la Lic. Diana Svec).
El Papa Francisco dijo: "No podemos anunciar a Cristo con cara de Cementerio". Esa frase y otras muchas, semejantes a ella, tan frescas, tan directas y espontáneas, tan sorprendentes, como dije más arriba, especialmente en un Papa, me hace recordar tanto al sacerdote francés, el Padre Michel Quoist (1921-1997), también citado más arriba, por la extraordinaria coincidencia en sus pensamientos, tan cercanos al pueblo, tan cercanos al pobre, y tan comprensibles y deliciosos para todo el mundo.
Este famoso sacerdote católico, en su extraodinariamente novedoso libro "Oraciones para rezar por la calle", nos
va llevando de sorpresa en sorpresa, de oración en oración, cada cual
más novedosa y curiosa: tan extrañas todas, como profundas y
espontaneas. Reflejan, a plenitud, el gran giro teológico y espiritual que generó el Concilio Vaticano II, donde se renovaron tantas cosas dentro de la Iglesia, entre ellas, la nueva forma de orar, el nuevo estilo de comunicarse con Dios y con las personas.EL PAPA FRANCISCO DIJO:
- "Quiero una Iglesia pobre"
- "Hoy no hacen falta clérigos, no hacen falta funcionarios clericales, hacen falta pastores que tengan olor a oveja, pastores que estén con las ovejas, que nunca las apaleen sino que las cuiden con mucho amor".
- "En la clave evangélica de Jesús, la lucha por el poder en la Iglesia no debe existir", porque el poder real, aquel que el Señor con su ejemplo nos ha enseñado", es "el poder del servicio".
Le critère de la décadence pour el criterio de decadencia para
une personne, una persona
une société, una sociedad
une Eglise, una Iglesia
c'est lorsqu'elle sert en premier es (o se da) cuando ésta sirve primeramente
les plus puissants, a los más poderosos
les plus riches, a los más ricos
au lieu de servir en priorité en lugar de servir en prioridad
les plus souffrants, a los más sufridos
les plus pauvres. a los más pobres
(La traducción, en letras azules, es una gentileza de la Lic. Diana Svec).
El Papa Francisco dijo: "No podemos anunciar a Cristo con cara de Cementerio". Esa frase y otras muchas, semejantes a ella, tan frescas, tan directas y espontáneas, tan sorprendentes, como dije más arriba, especialmente en un Papa, me hace recordar tanto al sacerdote francés, el Padre Michel Quoist (1921-1997), también citado más arriba, por la extraordinaria coincidencia en sus pensamientos, tan cercanos al pueblo, tan cercanos al pobre, y tan comprensibles y deliciosos para todo el mundo.
Pero el "fenómeno" de las Oraciones de Michel Quoist es más más sorprendente aún, porque están escritas a la luz de dichas innovaciones, pero ¡dos años antes de que se iniciara ese Concilio! Son oraciones "posconciliares" ¡escritas antes del Concilio!
- Michel Quoist creó esas Oraciones en 1960
- y el Concilio Vaticano II comenzó en 1962.
"Oraciones para rezar por la calle" apareció, como dijimos, en 1960, cuando Michel Quoist tenía 39 años, y Jorge Bergoglio, 24: el joven Jorge Bergoglio pudo haber conocido ese libro. No me consta. Ni digo que allí haya aprendido ese estilo tan directo y espontáneo que tiene de hablar de Dios y con Dios; pero, si lo leyó, pudo haberle servido de fuente de formación espiritual, porque las oraciones de ese libro se adaptan plenamente a su estilo personal de Sacerdote y Pastor.
Lo cierto es que la coincidencia entre ambos estilos pastorales, para tratar las cosas de Dios con los hombres, y las de los hombres con Dios, es extraordinaria.
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VAMOS A LEER Y MEDITAR, MÁS EJEMPLOS DE TAN ASOMBROSA COINCIDENCIA
EL PAPA FRANCISCO
En el marco de la actual visita del Papa Francisco al Brasil con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud, el Pontífice de la Iglesia Católica hizo recientemente las siguientes propuestas a la juventud del mundo, sobre cómo se debe entender la santidad en el marco del mundo moderno:
“Necesitamos santos sin velo, sin sotana. Necesitamos santos de jeans y zapatillas.
Necesitamos santos que vayan al cine, que escuchen música y que se paseen con sus amigos.
Necesitamos santos que coloquen a Dios en primer lugar y que sobresalgan en la Universidad.
Necesitamos santos que busquen tiempo cada día para rezar, y que sepan enamorar, en la pureza y castidad, o que consagren su castidad.
Necesitamos santos modernos, santos del siglo XXI, con una espiritualidad insertada en nuestro tiempo.
Necesitamos santos comprometidos con los pobres y los necesarios cambios sociales.
Necesitamos santos que vivan en el mundo, se santifiquen en el mundo y que no tengan miedo de vivir en el mundo.
Necesitamos santos que tomen Coca Cola, que coman hot-dogs, que sean internautas, y que escuchen iPod.
Necesitamos santos que amen la Eucaristía y que no tengan vergüenza de tomar una cerveza o comer pizza el fin de semana con los amigos.
Necesitamos santos a los que les guste el cine, el teatro, la música, la danza, el deporte.
Necesitamos santos sociables, abiertos, normales, amigos, alegres, compañeros.
Necesitamos santos que estén en el mundo y que sepan saborear las cosas puras y buenas del mundo, pero sin ser mundanos”.
EL PADRE MICHEL QUOIST
GRACIAS"Hay que saber decir Gracias. Nuestros días están colmados de regalos quew Dios nos envía.Si supiéramos verlos y llevar la cuenta de todos ellos, llegaríamos a la noche deslumbrados y radiantes ante tantos dones recibidos. Como niños en día de Reyes.
Todo es don de Dios, aún las cosas más chiquitas".
oración"Gracias, Señor, gracias.
GRACIAS"Hay que saber decir Gracias. Nuestros días están colmados de regalos quew Dios nos envía.Si supiéramos verlos y llevar la cuenta de todos ellos, llegaríamos a la noche deslumbrados y radiantes ante tantos dones recibidos. Como niños en día de Reyes.
Todo es don de Dios, aún las cosas más chiquitas".
oración"Gracias, Señor, gracias.
Gracias por todos los regalos que hoy me has dado, gracias por todo lo que he visto, oído y recibido.
Gracias por el agua, por el jabón perfumado, por el dentífrico que refresca la boca.
Gracias por las ropas que me protegen del frío, por su color y por su buena confección.
Gracias por el periódico, por el chiste, por los asuntos políticos que se van arreglando, por la victoria de mi equipo en el partido de fútbol.
Gracias por el camión de basura y los hombres que lo llevan.
Gracias por mi trabajo, mis herramientas, mis esfuerzos.
Gracias por la comida, por el vaso de cerveza que apagó mi sed.
Gracias por las chicas con las que me encontré, por el rojo de los labios de Marité, que tan bien le sienta.
Gracias por la noche apacible, por las estrellas, por el silencio.
Gracias por estar conmigo, Señor".
Y, para finalizar, a mí me gustaría añadir:
Gracias, Señor por los hombres como Francisco y Michel, porque nos demuestran, en sus gestos y en sus palabras, que es posible encontrarte en la humildad y sencillez de lo cotidiano. Almas grandes como las de ellos nos enseñan, como dice José Luis Descalzo, el prologuista del libro, a "no tener miedo al mundo, amar las dulces cosas de la tierra y todo lo de abajo, amar, con terrible amor, esta naturaleza tan pegadiza al pecado", y vivir, de esa manera, "un cristianismo menos celeste", pero más auténtico, por ser más humano.
OBRAS:
Del Papa Francisco:1982: Meditaciones para religiosos
1986: Reflexiones sobre la vida apostólica
1992: Reflexiones de esperanza
1998: Diálogos entre Juan Pablo II y Fidel Castro
2003: Educar: exigencia y pasión
2004: Ponerse la patria al hombro
2005: La nación por construir
2006: Corrupción y pecado
2006: Sobre la acusación de sí mismo
2007: El verdadero poder es el servicio
2012: Mente abierta, corazón creyente
Del Padre Michel Quoist:(Copiado de Wikipedia)
Uno de sus libros, Oraciones para rezar por la calle, ya había alcanzado 58 ediciones en habla española en 1990. En 1981, ese solo libro había sido traducido a veinticuatro idiomas con ventas por más de dos millones y medio de copias. Otras obras suyas, como Triunfo, Dar: el diario de Ana María y Amor: el diario de Daniel, fueron best-sellers mundiales.
Cordiales saludos:
Dr. Francisco Oliveira y Silva
Cel.: 0985 24 26 01
Gracias por el agua, por el jabón perfumado, por el dentífrico que refresca la boca.
Gracias por las ropas que me protegen del frío, por su color y por su buena confección.
Gracias por el periódico, por el chiste, por los asuntos políticos que se van arreglando, por la victoria de mi equipo en el partido de fútbol.
Gracias por el camión de basura y los hombres que lo llevan.
Gracias por mi trabajo, mis herramientas, mis esfuerzos.
Gracias por la comida, por el vaso de cerveza que apagó mi sed.
Gracias por las chicas con las que me encontré, por el rojo de los labios de Marité, que tan bien le sienta.
Gracias por la noche apacible, por las estrellas, por el silencio.
Gracias por estar conmigo, Señor".
Y, para finalizar, a mí me gustaría añadir:
Gracias, Señor por los hombres como Francisco y Michel, porque nos demuestran, en sus gestos y en sus palabras, que es posible encontrarte en la humildad y sencillez de lo cotidiano. Almas grandes como las de ellos nos enseñan, como dice José Luis Descalzo, el prologuista del libro, a "no tener miedo al mundo, amar las dulces cosas de la tierra y todo lo de abajo, amar, con terrible amor, esta naturaleza tan pegadiza al pecado", y vivir, de esa manera, "un cristianismo menos celeste", pero más auténtico, por ser más humano.
OBRAS:
Del Papa Francisco:1982: Meditaciones para religiosos
1986: Reflexiones sobre la vida apostólica
1992: Reflexiones de esperanza
1998: Diálogos entre Juan Pablo II y Fidel Castro
2003: Educar: exigencia y pasión
2004: Ponerse la patria al hombro
2005: La nación por construir
2006: Corrupción y pecado
2006: Sobre la acusación de sí mismo
2007: El verdadero poder es el servicio
2012: Mente abierta, corazón creyente
Del Padre Michel Quoist:(Copiado de Wikipedia)
- Quoist, Michel (1954). Oraciones para rezar por la calle. 207 pp. Salamanca: Ediciones Sígueme. ISBN 84-301-0157-8.
- — (1956). Amor: El diario de Daniel. 240 pp. Barcelona: Herder (en ediciones posteriores, Ediciones Sígueme-Barcelona). ISBN 84-254-0824-5.
- — (1961). Triunfo. 273 pp. Barcelona: Estela (en ediciones posteriores, Editorial Lumen, Herder, y Ediciones Sígueme). ISBN 84-301-0757-6.
- — (1965). Dar: El diario de Ana María. 333 pp. Barcelona: Herder. ISBN 84-254-0170-4.
- — (1970). En el corazón del mundo. 175 pp. Salamanca: Ediciones Sígueme. ISBN 84-301-0346-3.
- — (1972). Cita con Jesucristo. 163 pp. Salamanca: Ediciones Sígueme. ISBN 84-301-0589-1.
- — (1978). Jesucristo, palabra del Padre. 115 pp. Salamanca: Ediciones Sígueme. ISBN 84-301-0757-6.
- — (1981). A corazón abierto. 273 pp. Salamanca: Ediciones Sígueme. ISBN 84-301-0907-2.
- — (1985). Háblame de amor. 216 pp. Barcelona: Herder. ISBN 84-254-1560-8.
- — (1988). Caminos de oración. 253 pp. Salamanca: Ediciones Sígueme. ISBN 84-301-1081-X.
- — (1993). Dios me espera. 150 pp. Barcelona: Ediciones Sígueme. ISBN 84-301-1217-0.
- — (1996). Dios solo tiene deseos. 312 pp. Salamanca: Ediciones Sígueme. ISBN 978-84-301-1287-6.
- — (1997). Construir al hombre. 203 pp. Salamanca: Ediciones Sígueme. ISBN 978-84-301-1372-9.
Uno de sus libros, Oraciones para rezar por la calle, ya había alcanzado 58 ediciones en habla española en 1990. En 1981, ese solo libro había sido traducido a veinticuatro idiomas con ventas por más de dos millones y medio de copias. Otras obras suyas, como Triunfo, Dar: el diario de Ana María y Amor: el diario de Daniel, fueron best-sellers mundiales.
Cordiales saludos:
Dr. Francisco Oliveira y Silva
Cel.: 0985 24 26 01
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