Queridos amigos y lectores:
Su fama de poco preparado, de revoltoso, incitando a la rebelión a militares
paraguayos, de tramposo en los comicios, de violador impune de las
normas del Mercosur, y de desequilibrado mental que, según lo confesó él
mismo, duerme a veces junto al cadáver de Chávez, y capta sus mensajes
de ultratumba a través del canto de un pajarito, recorre las redes sociales,
ganándose las más horrendas expresiones de repudio en casi todos los
comentarios.
Ahora acaba de añadir otra asnada a su mochila: cometió un "lapsus linguae" (error de palabra) al recordar, innecesariamente y con total irreverencia a Cristo, diciendo que "Cristo multiplicó los penes", en lugar de decir "peces", o "panes".
Se corrigió, pero daba la impresión de que, al corregirse, seguía con la broma irreverente, y que lo estaba haciendo a propósito este impresentable.
Como psicólogo debo aclarar que se considera "lapsus" a cualquier error, oral o escrito, cometido involuntariamente. Cuando se comete un lapsus, la palabra equivocada (pene) indica un conflicto inconsciente, de Maduro en este caso, con los genitales masculinos.
Pero si el error es deliberadamente cometido, no pasa de ser una broma, de muy mal gusto e irreverente, que lo presenta como lo que es: un ser que no respeta ni siquiera a Cristo.
En
cualquiera de las dos alternativas este hombre aparece como una persona
absolutamente carente de madurez, pese al apellido que tiene.
¡Cuántos venezolanos estarán indignados y avergonzados de tener a semejante personaje al frente de la república!
Cordiales saludos:
No hay comentarios:
Publicar un comentario