miércoles, 28 de agosto de 2013

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Queridos amigos y lectores:
 

Un amigo me escribió preguntándome ¿qué hace hoy la monja Teresa Forcades, la que difunde doctrinas contrarias a la Iglesia?
(A esa mujer me había referido en mi artículo anterior).
Les reenvío a todos, lo que le respondí a ese amigo:

Esta monja, soberbia y mentalmente desequilibrada, sigue violando gravísimamente su voto de Obediencia a sus superiores, incluyendo al mismísimo Papa, y viviendo una vida mundana, al margen del estilo de la vida contemplativa, de monasterio, que en su momento simuló abrazar.

Se inventó un ridículo "hábito-de monja-moderna", velo chico  y pantalones, ¡tan chocante e incompatible con el que usan las monjas benedictinas de vida contemplativa!

Atropellando ese estilo de vida de clausura y oración, ella recorre el mundo dando conferencias ideologizadas de carácter marxista, como si ella fuera una celebridad, aprovechándose de su condición de supuesta monja normal, atacando, absurdamente, los principios doctrinales básicos de la Iglesia que la sigue cobijando, y a la cual ella deshonra.

Con esta gente infiltrada, la Iglesia tendría que adoptar medidas de máxima severidad: "O están conmigo, o están contra mí", como diría Jesús; y "el que no siembra conmigo, desparrama".

Mi criterio personal es que se la reduzca, definitivamente, al estado laical. Allí será una de tantas y ya no tendrá la influencia que le confiere su condición de aparente religiosa.

Se llenó el cerebro, es cierto, de masterados y estudios de muchas disciplinas, y se creyó muy sabia: pero, como los digirió muy mal, se convirtió en una persona fatua y necia, de corazón vacío, que es el polo opuesto de la Sabiduría que debe tener toda persona que ama a Dios de veras, y que lo adora: pero ella se ama y se adora a sí misma.

Esta mujer sigue siendo monja, reside en España, pero no hace vida monástica, sino académica, mundana y destructiva doctrinalmente.
Su libido, o tendencia sexual, innata en todo ser humano, se pervirtió, convirtiéndose en una apetencia desmedida de fama y de poder, lo cual, siendo un verdadero placer mental y social, aplaca, en cierto modo, el deseo del placer sexual al cual, por voto, ella renunció.

A esta suerte de placer desviado le suelen dar el nombre de "masturbación mental u orgasmo mental", y se llama desviado, porque no se lo consigue con una pareja humana, que es lo correcto, sino con otros medios, en su caso, con la rebeldía, la notoriedad y la fama, hacia los cuales se dirige este impulso erótico.

Otros le llaman "perversión", no en el sentido moral, sino en el etimológico, del latín "pervértere", que significa "invertir, dar la vuelta".
Pero ninguna perversión resuelve el problema de un erotismo insatisfecho.

Se disfrazó de monja, para tener la oportunidad de satisfacer, con el placer de la fama, sus otros deseos inconfesos. Yo la comparo con Lugo.
Y, como Lugo, ella va a terminar muy mal.
Ese es mi pronóstico.

Cordiales saludos:
Dr. Francisco Oliveira y Silva.
Cel.:0985 24 26 01

P.D. TE COPIO PARTE DE UN ARTÍCULO Y UN COMENTARIO QUE ENCONTRÉ SOBRE ESTE TEMA:
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ESTE ES EL ARTÍCULO (solo un fragmento; los resaltados son míos)
La Iglesia catalana deviene circo: La monja separatista
Teresa Forcades creará un partido político 
 


La monja separatista Teresa Forcades junto con el profesor de economía de la UAB Arcadi Oliveres han hecho público un manifiesto titulado ‘Manifiesto para la convocatoria de un proceso constituyente’ que defiende la necesidad de articular una nueva plataforma unitaria que pretende “cristalizar el malestar social creciente en una mayoría política organizada a favor de un cambio de modelo”, según han revelado a Forum Libertas los propios propulsores.

Forcades, famosa en los medios de comunicación por sus declaraciones en ocasiones contrarias a la Doctrina de la Iglesia en temas de aborto, estructura eclesial, etcétera, debería plantearse que cuando un religioso quiere entrar en el mundo político se debe secularizar, es decir, dejar de ser religioso.

A pesar de que la estrafalaria monja benedictina sostiene que no tendrá ningún cargo en la estructura política, sin embargo, apoyar una candidatura política no es compatible con la doctrina de la Iglesia ni con la vocación de religioso, y menos con la vida contemplativa de clausura.

Valerse de la propia condición de religioso, saltar a la fama por ello y aprovecharse de esa situación para hacer política como político, es algo que dinamita la base del Magisterio de la Iglesia.

Hay ejemplos en los que así ha sido. Uno reciente fue el del Fernando Lugo que fue obispo y posteriormente fue reducido al estado laical cuando fue candidato a la presidencia de Paraguay, a la que luego accedió tras ganar las elecciones. El cargo lo asumió entre el 15 de agosto de 2008, tras las elecciones del 20 de abril de ese mismo año, hasta el 22 de junio de 2012 cuando fue destituido vía juicio político... (Sigue el extenso artículo).

UNO DE LOS MUCHOS COMENTARIOS:

-4 Voto positivo Voto negativo Amelio
Podría decir muchas cosas en contra de esta monja que me parece fundamental.
Esta persona, Forcades (ya no voy a hablar en términos ni de monja, ni de médica) tiene una EGOLATRÍA que no la para un tren.
Y la egolatría es pariente cercano de la SOBERBIA, algo que está totalmente reñido con su condición de monja, y menos aún de clausura.
Más tarde o más temprano, esta persona se cansará de su condición actual y se pondrá a hacer otra cosa, donde DESTAQUE MÁS, donde su nombre salga más a relucir, porque yo veo que está poco contenta de su FAMA.
Esta persona, independientemente de los ámbitos en que se mueva (medicina, hábitos de monja, feminismo, etc.) lo que busca por encima de todo es SACIAR SU EGOLATRÍA y su ANSIA DE NOTORIEDAD.
En cuanto a esta persona no se le facilita una tribuna, una entrevista, un micrófono, un congreso, etc., entonces NO ESTÁ A GUSTO.
Esta persona está ENFERMA DE ORGULLO y no estará a gusto mientras no se la HAGA CASO.
Como médico que es, no ha aprovechado su carrera para ayudar a los demás, con las necesidades que hay actualmente de personal cualificado en España o en otros países.
Como teóloga parece querer estar a la altura de Santa Teresa de Jesús, cuando las teorías teológicas de Forcades lo único que hacen es llevar un feminismo radical a la teología católica y unas ideas sobre el aborto que afirman eso de que “no pasa nada por abortar”, etc. Se conoce que se aprovechó del tema de las vacunas (entonces en boga) para saltar a la fama.
Pero después decepcionó y mucho a muchos sectores que la seguíamos. Para ella era más importante ir a Venezuela (cuyas chabolas seguro que no conocía) a hablar en la televisión de allí.
No tenía otra cosa mejor que hacer. Y escribirpanfletospseudofeministas.
Usted ya no engaña a nadie, sor Forcades.

Tal vez se engaña a usted misma.

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