Queridos amigos y lectores:
He recibido algunas confidencias relacionadas con mi último artículo referente a las "Manos negras detrás del Papa".
Algunas personas me manifestaban su desilusión ante tantos escándalos protagonizados por sacerdotes, obispos y cardenales, en distintos lugares del mundo, incluyendo el Vaticano.
A una de esas personas, muy amiga, le contesté escribiéndole.
Lo hice porque vi que era necesario ayudarle a no dejarse llevar por la desilusión ante tantos crímenes cometidos incluso por religiosos.
Me pareció oportuno, horas después, reenviar esa contestación a todos, omitiendo algunos detalles demasiado personales relativos a dicha persona.
Estoy seguro de que este comentario les servirá de ayuda a muchos para que no decaigan en la Fe ante tantos escándalos, como los que he relatado con absoluta objetividad y crudeza en mi artículo anterior.
Siendo realistas, debemos admitir que en todo grupo humano, siempre habrá gente mediocre o mala.
Pero las personas buenas siempre serán mayoría.
Esa es una ley inherente a la naturaleza humana.
EL TEXTO DE MI RESPUESTA ES EL SIGUIENTE:
Muy querido amigo:
Aunque lleguemos a vivir 100 años, siempre seguirán apareciendo cosas increíbles en nuestra vida.
La frase:"Cosas veredes, Sancho", que le decía el Quijote a su fiel escudero, era una advertencia encaminada a predecir lo inacabable del asombro.
En efecto, nunca acabará:
- nuestra capacidad de asombro,
- ni la capacidad del ser humano de generar cosas asombrosas, sean éstas buenas o malas.
Hay un libro ricamente documentado, del investigador británico David A. Yallop, experto en dilucidar hechos criminales, que analiza la increíble noticia de la extraña muerte del Papa Juan Pablo I a los 33 días de su pontificado..
Lo tituló: "¿Por voluntad de Dios?".
Allí demuestra, de manera sumamente objetiva, que ese Papa fue asesinado ¡por un complot de religiosos muy allegados a él!, porque ese Hombre de Dios iba a intervenir el Banco Vaticano y el IOR (Instituto para Obras Religiosas) destinado a dar fondos a las distintas Congregaciones cuando los necesitaban para ciertos emprendimientos.
A Juan Pablo I le habían llegado noticias de que, tanto en el Banco Vaticano, como en el IOR, se manejaba mucho dinero sucio, y que algunos cardenales y obispos robaban sumas millonarias de esos lugares.
Como estos sombríos personajes se dieron cuenta de que el Papa iba a acabar con este escándalo, ellos decidieron acabar antes con el Papa: Esa es la tesis del investigador británico en el citado libro.
No eran cardenales que devinieron en asesinos, sino que eran asesinos que devinieron en cardenales.
El Papa Francisco, tan cariñoso, alegre y bondadoso, pero también más firme que una roca cuando se trata de defender la integridad de la Iglesia de Cristo, ya se metió en el camino infernal de acabar con esta basura de los escándalos de todo tipo, financieros o sexuales, perpetrados por religiosos, y ya hay prelados imputados y encarcelados por fechorías monetarias cometidas en esos centros financieros del Vaticano, amparados por sus opulentas investiduras y vistosos trapos.
¡Es que se han infiltrado muchos mafiosos dentro de la Iglesia!
Mis alumnos y pacientes me preguntan, a veces:¿Cómo es posible que un cura, obispo o cardenal se vuelvan mafiosos?
Yo les contesto, como lo dije más arriba, que más bien debiéramos preguntarnos ¿Cómo es posible que un mafioso se vuelva cura, obispo o cardenal?
Porque así funciona la cosa: estos bandidos, comunistas o masones muchos de ellos, simulan ser muy piadosos, obedientes, santos, etc. hasta llegar al poder: ¡Y allí comienzan a mostrar sus uñas de infiltrados!
Querido amigo:
Yo, después de escribir mi último artículo referente a las manos negras detrás del Papa, me puse a cantar Salmos de triunfo y alegría, y a repetir la frase que le dijo Jesús a Pedro: "Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella".
Te invito a hacer esto mismo, para sentir que tu Fe en Cristo se va vigorizando de manera increíble, en la medida en que el mal nos acosa.
Y sucederá lo que dijo Amado Nervo: "Por cada Fe muerta, se agiganta mi Fe".
Un sincero abrazo
Francisco.
PD. A otra persona, en el Facebook, le escribí:
Francisco Oliveira Dura tarea, es cierto, está realizando este hombre. Pero yo estoy plenamente seguro de que él lo tiene al Espíritu Santo como Secretario Privado de confianza, bien cerquita, de modo que pueda escuchar todo lo que proviene del Corazón de Dios: por eso el mundo entero se encuentra tan sorprendido por sus palabras y por sus gestos.
Siento como que se está gestando una "renovación de la faz de la tierra".
El Divino Espíritu es, además, su mejor Guardia de Seguridad, de modo que el Papa Francisco puede mezclarse con la gente, con absoluta naturalidad, desprovisto de blindajes materiales, sin que nadie quiera ni pueda dañarle.
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Y a todos ustedes, les doy
mis más cordiales saludos:
Dr. Francisco Oliveira y Silva.
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