Queridos amigos y lectores:
La mayoría de los colegios católicos, NO PERMITIÓ QUE LAS BRIGADAS DE VACUNADORAS INGRESARAN A LA INSTITUCIÓN PARA VACUNAR MASIVAMENTE A SUS ALUMNITAS SIN EL CONSENTIMIENTO DE SUS PADRES, COMO SI ESTUVIÉRAMOS EN UNA EPIDEMIA.
Sin embargo los del Ministerio de Salud de hoy, se "preocupan" aún por
aplicarla, ya que "esta vacuna le costó mucho al Estado", y que "morir de
cáncer sale más costoso aún a la sociedad...", etc.
No les creo.
Por eso escribí el comentario que puse al pie de esa noticia aparecida en el diario digital "HOY", que les acerco en esta entrega.
Lean en Internet acerca de tan graves riesgos, poniendo en Google: "peligros vacuna Gardasil".
y ME DARÁN LA RAZÓN.
Dr. Francisco Oliveira y Silva
El
Ministerio de Salud se "peocupa" de que las niñas de 9 años, no mueran,
en su edad adulta, o sea dentro de 20 años o más, por cáncer de cuello
de útero, y nos alerta, según lo que expresa este diario, que:
"Alrededor de 250 mujeres fallecen cada
año a causa este mal." ¿Y no se preocupan, de verdad, por LOS 1.000
JÓVENES QUE AHORA, HOY, NO DENTRO DE 20 AÑOS, MUEREN EN ACCIDENTES DE
MOTO, Y DE LOS MÁS DE 3.000 QUE SALVAN SU VIDA EN ESTOS ACCIDENTES, ya
rutinarios, PERO QUEDAN DISCAPACITADOS,EN PLENA EDAD PRODUCTIVA,
OCASIONANDO UN GASTO A LA SOCIEDAD, INMENSAMENTE SUPERIOR AL QUE CAUSA
el cáncer de cuello de útero? Es evidente que con esta vacuna, ALTAMENTE
PELIGROSA, A VECES MORTAL, QUE SE ESTABA PONIENDO SIN PERMISO DE LOS
PADRES, Y DE LA CUAL JAMÁS INFORMARON SERIAMENTE A LA SOCIEDAD, se
persiguen otros objetivos, posiblemente crematísticos, por lo cual
"tanto se preocupan". Basta poner en Google "vacuna gardasil peligros" y
tendrán copiosa información sobre este tema. No creo que este
Ministerio desconozca tan grave información, ni se preocupe realmente de
nuestra salud pública. Basta mirar los hospitales y centros de salud en
estado de abandono, para comprobar la veracidad de esta afirmación. Es
como si en un hogar hay una persona gravemente enferma, y sus habitantes
"se preocupan" de aprovechar el asado que se comró para atender a las
visitas, antes que al enfermo. ¡Un absudo inconcebible!
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