La Semana Santa no es un descanso de vacaciones, como desgraciadamente muchos la consideran así.
Tampoco es una simple recordación de un suceso histórico que ocurrió hace más de veinte siglos.- Que Jesús sigue sufriendo en el hermano que sufre,
- Que se reconforta cuando socorremos a ese hermano.
- Que sobre nuestra doliente Humanidad, en la que se repite eternamente la Pasión, vuelve a caer, en esta Semana, la lluvia de Gracias y Bendiciones de Redención que cayeron en aquella Primera Semana Santa en la que Jesús padeció, murió y resucitó.
- en nuestra familia,
- en nuestro matrimonio,
- en nuestra sufrida Patria,
para
poder vivir estos días honrando a Quien nos salvó y se constituyó en nuestro
Redentor y Rey, dándonos ese ejemplo de infinito Amor.
- Su trono es el madero de la Cruz.
- Solo asumiendo nuestra cruz honramos su Divina Pasión.
El Cristo de Velázquez
de José María Gabriel y Galán
de José María Gabriel y Galán
¡Lo amaba, lo amaba!
¡No fue sólo milagro del genio!
Lo intuyó cuando estaba dormido,
porque sólo en las sombras del sueño
se nos dan las sublimes visiones,
se nos dan los divinos conceptos,
la luz de lo grande,
la miel de lo bello...
¡Lo amaba, lo amaba!
¡Nacióle en el pecho!
No se puede soñar sin amores,
no se puede crear sin su fuego,
no se puede sentir sin sus dardos,
no se puede vibrar sin sus ecos,
volar sin sus alas,
vivir sin su aliento...
El sublime vidente dormía
del amor y del arte los sueños
-¡los sueños divinos
que duermen los genios!
¡Los que ven llamaradas de gloria
por hermosos resquicios de cielo!
Y el amor, el imán de las almas
le acercó la visión del Cordero,
la visión del dulcísimo Mártir
clavado en el leño,
con su frente de Dios dolorida,
con sus ojos de Dios entreabiertos,
con sus labios de Dios amargados,
con su boca de Dios sin aliento....
¡muerto por los hombres!,
¡por amarlos muerto!
Y el artista lo vio como era,
lo sintió Dios y Mártir a un tiempo,
lo amó con entrañas
cargadas de fuego,
y en la santa visión empapado,
con divinos arrobos angélicos,
con magnéticos éxtasis líricos,
con sabrosos deliquios ascéticos,
con el ascua del fuego dramático,
con la fiebre de artísticos vértigos,
la memoria tornando a los hombres
ingratos y ciegos
débiles o locos,
ruines o perversos,
invocó a la Divina Belleza
donde beben bellezas los genios,
los justos, los santos,
los limpios, los buenos...
Y al conjuro bajaron los ángeles,
y a artista inspirado asistieron,
su paleta cargaron de sombras
y luces del cielo,
alzaron el trípode,
tendieron el lienzo,
y arrancándose plumas de raso
de las alas, pinceles le hicieron.
Y el mago del arte,
el sublime elegido, entreabiendo
los extáticos ojos cargados
de penumbras del místico ensueño,
tomó los pinceles,
somnámbulo, trémulo...
De rodillas cayeron los ángeles
y en el aire solemnes cayeron
todas las tristezas,
todos los silencios...
¡Y el genio del arte
se posó sobre el borde del lienzo!
Con fiebre en la frente,
con fuego en el pecho,
con miradas de Dios en los ojos
y en la mente arrebatos de genio
el artista empapaba de sombras
y de luces de sombras el lienzo...
No eran tintas con copias inertes,
eran vivos dolientes tormentos,
eran sangre caliente de Mártir,
eran huellas de crimen de réprobos,
eran voces justicia clamando,
y suspiros clemencia pidiendo...
¡Era el drama del mundo deicida
y el grito del cielo!...
¡Y el sueño del hombre
quedó sobre el lienzo!
¡Lo amaba, lo amaba!:
¡el amor es un ala del genio!
¡QUE PASEN UNA FECUNDA SEMANA SANTA 2014!
Cordiales saludos:
Dr. Francisco Oliveira y Silva
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