¡CUIDADO CON LAS VACUNAS "A DOMICILIO" Y EN ESCUELAS!

Queridos amigos y lectores:



Una amiga del mail me escribió un mensaje interesante y alentador. Yo le envié una respuesta.
Me pareció pertinente compartir, tanto el mensaje como mi respuesta, con todos mis amigos y seguidores.


ESTE ES EL MENSAJE:
Aplaudo y agradezco todo el informe de estas vacunas,(si se las puede llamar asi),estoy trabajando a diario con pacientes y  me ayuda mucho a estar informada y poder divulgar y explicarle a la gente el transfondo y la magnitud de este tema y lo que vendrá!! Agradezco doc por compartir tanta informacion!, lo animo a seguir en la lucha diaria de ir contra corriente, pero por amor a la.vida, a nuestros hijos,nietos y a los que vendran! saludosss de N.N. y Flia.

ESTA FUE MI RESPUESTA:

Agradezco, N.N., tu sincera apreciación de mi trabajo.
Seguiré cumpliendo con este deber de "Iluminar con conocimiento", como se lee en mi blog, para que las personas no sean engañadas a causa de la ignorancia.

No existe atropello más grave a los derechos humanos y a la dignidad de la persona, que lucrar a costa de la vida de otras personas, especialmente de niños indefensos.

Les digo a los padres: Calendario vacunal, sí. Pero bajo la supervisión de su pediatra.
Por el momento NO HAY CONFIANZA EN LAS AUTORIDADES DEL MINISTERIO DE SALUD, después de las muertes ocurridas en sus mismos centros hospitalarios o como consecuencia de medicamentos contaminados que no fueron controlados por ese Ministerio. ¡Tarde vienen las "explicaciones"!
“Falla humana” con fármacos - Nacionales - ABC Color

*¿Quién se hará responsable de algún eventual grave efecto secundario ocasionado por las vacunas a domicilio, contra el sarampión y la rubeola?
*¿Quién devolverá la vida a los niños fallecidos por el Dextrometorfano, la Ketamina o la Bacteria asesina de Itauguá?
La patética respuesta es: ¡NADIE!

Entonces NO DEBEMOS AVENTURARNOS PONIENDO EN RIESGO A NUESTRO NIÑOS.

Por ser de interés, querida amiga, comparto con mis contactos tu mensaje y mi respuesta.

Cordiales saludos:

Dr. Francisco Oliveira y Silva