Queridos amigos y lectores:
La milenaria institución de la Familia estaba siendo atacada por todos los flancos.
Los "reformadores de la sociedad" creyeron poder borrar del mapa tan digna y esencial célula de la sociedad, sin la cual ésta terminará convirtiéndose en una jungla de bestias feroces.
En realidad estos enemigos han logrado mucho éxito ya, en sus perversos proyectos, imponiendo en varios países la falsa y aberrante "Ideología de Género", la legalización del aborto, de la droga, y del "Matrimonio homosexual".
Los efectos de estas terribles jugadas de los promotores de "La Cultura de la Muerte" no se hacen esperar: guerras
genocidas por cualquier pretexto, aumento de los crímenes por encargo,
aumento en cantidad y en ferocidad del implacable y feroz bullying en
los colegios, consumo creciente de drogas, pésimo nivel educativo, venta
de títulos universitarios en 48 horas, instalación de la violencia en
los distintos ámbitos sociales, población juvenil cada vez menos crítica
y menos culta, pero más materialista y más hedonista, y un largo etcétera que confluye en un macabro objetivo:
que mueran cada vez más personas, para "alivianar" la población del Planeta, y vivir mejor, según sostienen estos ilusos reformadores, como si en eso estuviera la clave para lograr una vida más digna y más humana.
que mueran cada vez más personas, para "alivianar" la población del Planeta, y vivir mejor, según sostienen estos ilusos reformadores, como si en eso estuviera la clave para lograr una vida más digna y más humana.
Esto ya no podía esperar.
Afortunadamente los de la ONU, Organización anteriormente
entusiasta promotora de todos estos antivalores, están tomando ahora
como objetivo central el fortalecimiento del núcleo familiar, tal como
siempre se ha entendido: la unión del hombre y la mujer que, unidos por
amor, procrean hijos.
Y el Papa Francisco, ferviente defensor de la Familia, dio inicio, el 5 de octubre pasado, al Sínodo mundial de Obispos,
cuya tarea principal será también la de buscar las herramientas más
propicias para el desarrollo y el fortalecimiento de la Familia, cuya
fuerza hemos visto ir debilitándose en los últimos años.
La palabra Sínodo, del griego "sín-odos", que significa "caminar juntos",
es una convocatoria de Obispos de todo el mundo, realizada por el Papa,
para deliberar sobre temas de suma importancia, en este caso, la
Familia.
Uniendo así, providencialmente, la fuerza de las Naciones Unidas del Planeta (ONU), y la de la Iglesia católica, y la de todas las iglesias e Instituciones que luchan por este mismo objetivo de salvar la Institución de la Familia, estoy seguro de ganaremos esta batalla.
Me
comprometo en ir pasándoles noticias referentes a los avances
promisorios en tan importante campo, a medida que vaya avanzando el
citado Sínodo.
Dr. Francisco Oliveira y Silva.
Con un llamado a dejarse guiar por el Espíritu Santo, el Papa Francisco inauguró el Sínodo de los Obispos sobre la Familia con una Misa solemne celebrada en... aciprensa.com
VATICANO, 05 Oct. 14 / 10:30 am (ACI/EWTN Noticias).- Con un llamado a dejarse guiar por el Espíritu Santo, el Papa Francisco inauguró el Sínodo de los Obispos sobre la Familia con una Misa solemne celebrada en el Vaticano.
Durante la homilía, el Papa Francisco comentó las lecturas del domingo referidas a la Viña del Señor, y destacó que “con su parábola, Jesús se dirige a los jefes de los sacerdotes y a los ancianos del pueblo, es decir, a los «sabios», a la clase dirigente. A ellos ha encomendado Dios de manera especial su «sueño», es decir, a su pueblo, para que lo cultiven, se cuiden de él, lo protejan de los animales salvajes”.
“Estamos llamados en el Sínodo de los Obispos a trabajar por la viña del Señor. Las Asambleas sinodales no sirven para discutir ideas brillantes y originales, o para ver quién es más inteligente”, dijo el Pontífice; “sirven para cultivar y guardar mejor la viña del Señor, para cooperar en su sueño, su proyecto de amor por su pueblo”.
“En este caso, el Señor nos pide que cuidemos de la familia, que desde los orígenes es parte integral de su designio de amor por la humanidad”, agregó.
“El sueño de Dios –advirtió- siempre se enfrenta con la hipocresía de algunos servidores suyos. Podemos «frustrar» el sueño de Dios si no nos dejamos guiar por el Espíritu Santo. El Espíritu nos da esa sabiduría que va más allá de la ciencia, para trabajar generosamente con verdadera libertad y humilde creatividad”.
Etiquetas: Vaticano, Iglesia Católica, Familia, Papa Francisco, Sínodo de la Familia 2014
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