Queridos amigos y lectores:
Algunos lectores solicitaron mi opinión sobre la tan cuestionada película:
"50 sombras de Grey".
Discúlpenme que les tenga que contar el desenlace.
Pero lo hago porque ES EN EL DESENLACE DONDE SE ENCUENTRA TODO EL SENTIDO DEL DRAMA HUMANO TRATADO EN EL ARGUMENTO DE LA PELÍCULA, QUE ES:
LA EVOLUCIÓN DE UNA PATOLOGÍA, EL SADISMO EN ESTE CASO, cuya causa radica en los severos traumas, o "sombras" que afectaron al protagonista en su infancia, desencadenando en él la perversión del sadismo, o tendencia morbosa de disfrutar sexualmente atormentando físicamente a su pareja.
Los traumas son golpes psicológicos muy fuertes sufridos por el niño, como el presenciar una sangrienta pelea entre sus padres, o el perderse en medio de una multitud, o el ser golpeado con cables por el padre borracho.
Puede sufrirse un solo trauma, o varios: en el caso de esta película fueron 50 traumas o "cincuenta sombras de locura", como lo confiesa el protagonista a la mujer enamorada de él.
Nadie
es sádico porque quiera serlo: el sadismo es la consecuencia de
terribles vivencias sufridas por la persona en la infancia. Yo suelo
repetir: "El adulto de hoy es la consecuencia del niño de ayer".
Este comentario deben leerlo solamente...
- ... los que ya han visto esta película, porque yo cuento el desenlace, incurro deliberadamente en "spoiler" o destripe.
- ... y los comentaristas que la criticaron, sin haber entendido o atendido al desenlace, y tomaron el rábano por las hojas, escribiendo disparates sobre "violencia de género", pornografía y otros asuntos denigrantes, inexistentes en esta muy discreta y bien filmada película.
- Yo la recomiendo a los padres, a los educadores y, sobre todo, a mis colegas Psicólogos o Psiquiatras, para que visualicen las consecuencias de los traumas infantiles.
A quienes piensan ir a verla, les recomiendo leer este comentario después de haberla visto, porque, para hacer este comentario, necesariamente debo contar el argumento y el desenlace, como dije más arriba.
Hecha esta advertencia, paso a comentarla, después de haberla visto yo el jueves pasado, 19 de febrero, en el horario
de las 15.45 hs.
Ingresamos a la sala solamente seis personas, porque no había más para ese horario.
Algunos la comentan sin haberla visto, o habiendo mirado solamente el trailer, o habiendo escuchado el relato de quienes la vieron: de esa manera sus comentarios pecan de irresponsables, demostrando agresivo atrevimiento hacia los lectores, y colaborando, remuneradamente tal vez, o por ignorancia, al marketing de la misma. Siempre que se dice: ¡no vayan a ver esta película!, es cuando más se van a verla.
ARGUMENTO Y DESENLACEHecha esta advertencia, paso a comentarla, después de haberla visto yo el jueves pasado, 19 de febrero, en el horario
de las 15.45 hs.
Ingresamos a la sala solamente seis personas, porque no había más para ese horario.
Algunos la comentan sin haberla visto, o habiendo mirado solamente el trailer, o habiendo escuchado el relato de quienes la vieron: de esa manera sus comentarios pecan de irresponsables, demostrando agresivo atrevimiento hacia los lectores, y colaborando, remuneradamente tal vez, o por ignorancia, al marketing de la misma. Siempre que se dice: ¡no vayan a ver esta película!, es cuando más se van a verla.
La trama es simple y lineal: una mujer joven,
Anastasia, o Ana, conoce casualmente, por motivos de trabajo, a un
poderoso magnate, Christian, ante el cual queda deslumbrada.
Al rico empresario le ocurre lo mismo, ya que es la primera mujer que despertó en él sentimientos muy diferentes a los que siempre experimentaba hacia las otras mujeres.
Al rico empresario le ocurre lo mismo, ya que es la primera mujer que despertó en él sentimientos muy diferentes a los que siempre experimentaba hacia las otras mujeres.
Dichos extraños sentimientos que siempre él había experimentado en sus relaciones sexuales anteriores eran los del sadismo:
él firmaba un acuerdo con cada pareja sexual que iba conociendo, en el
cual la mujer debía admitir ser torturada sexualmente, y rendirse a los
pies de ese hombre, que debía ser tratado con el nombre de "amo" y "señor", mientras que la mujer aceptaba ser llamada "la sumisa", y obedecer ciegamente al amo, sin permitirse el atrevimiento de tocarle, por ningún motivo.
Él lo expresó de esta manera a la joven Ana: -"No me van las historias de amor. Mis gustos son muy... peculiares."
Hay
muchas escenas "de relleno" que no se relacionan directamente con la
trama misma, tal vez para transmitir el siguiente mensaje: cada persona
que vemos en su situación laboral o familiar, que son las escenas de
relleno, posee un comportamiento sexual absolutamente oculto,
desconocido e insospechado por todos. Cada persona es un mundo desconocido por todos en la esfera sexual.
Es así como, hacia la media hora de película,
sobreviene la primera escena sexual, pero no de naturaleza porno sino
erótica, ya que la finalidad de esa, y de las tres o cuatro escenas
sexuales que vendrán después, no tienen como objetivo mostrar genitales ni sexo crudo, como
pene erecto, vagina, y penetraciones anales, ni sexo oral. Nada de eso tiene esta película.
La cámara, muy hábil y artísticamente, rescata solamente imágenes muy bellas del cuerpo humano desnudo, y las expresiones faciales y los gemidos durante el acto sexual, simulado, obviamente, evitando mostrar, en todo momento, ni por una fracción de segundo, los órganos genitales del actor ni de la actriz.
Los pocos segundos de desnudez completa, tanto del hombre, como de la mujer, son tomados de costado o de atrás, y de una distancia respetable, nunca en primeros planos.
En eso se diferencian pornografía y erotismo.
Anastasia,
dándose cuenta de que su amor hacia Christian iba creciendo a la par
que su repugnancia por las aberraciones sexuales del mismo, que le
llevaban a latigarla durante cada encuentro íntimo, decide aceptar continuar
esa relación, no por disfrutar del sufrimiento, sino soportándolo por el amor. La cámara, muy hábil y artísticamente, rescata solamente imágenes muy bellas del cuerpo humano desnudo, y las expresiones faciales y los gemidos durante el acto sexual, simulado, obviamente, evitando mostrar, en todo momento, ni por una fracción de segundo, los órganos genitales del actor ni de la actriz.
Los pocos segundos de desnudez completa, tanto del hombre, como de la mujer, son tomados de costado o de atrás, y de una distancia respetable, nunca en primeros planos.
En eso se diferencian pornografía y erotismo.
El sufrimiento era como el precio que Ana se sentía dispuesta a seguir pagando por toda su vida, con tal de poder permanecer junto a Christian.
- "¿Por qué intentas cambiarme?", le dice Ana, extrañada por la forma absurda de este hombre en sus relaciones sexuales, buscando provocarle dolor en lugar de placer.
- No lo hago, eres tú la que me está cambiando, le contesta Christian, que ya comienza a sentir el ímpetu del amor que va aniquilando sus deseos sádicos.
A ella no le atraen de él, en lo más mínimo, ni sus lujos ni su grandeza
monetaria, sino solamente sus atractivas cualidades de hombre,
aparentemente muy seguro, y que demostraba comenzar a amarla de la manera
normal, como cualquier otra pareja que va al cine, o que sale a cenar o
a bailar.
Todo eso el empreasario lo había rechazado toda la vida, y lo seguía rechazando aún, obstinadamente, al comienzo de esta relación.
Todo eso el empreasario lo había rechazado toda la vida, y lo seguía rechazando aún, obstinadamente, al comienzo de esta relación.
Cuando
Ana le pregunta ¿por qué él es así?, Christian le responde que en su
infancia él pasó hambre, que su madre era prostituta y adicta al crack, y que fue abusado sexualmente por una amiga de
su madre.
Allí le confiesa a Ana que aquellos sufrimientos dejaron en él "cincuenta sombras de locura".
1. Ana sorprendida, fascinada por el magnate, cuyas tendencias sádicas ella desconoce. Allí le confiesa a Ana que aquellos sufrimientos dejaron en él "cincuenta sombras de locura".
2. Ana acepta, por amor, dar inicio a los juegos sádicos de Christian.
3. Ana llega a tolerar sufrimientos extremos, para no perderlo a su amado Christian.
4. Christian el "invencible", es vencido ya por el amor de una mujer que lo amó de verdad.
Pero Christian no habla de ninguna de dichas sombras o traumas.
Tal vez aquella abusadora, amiga de la madre de Christian, lo torturaba a este niño indefenso, y por eso él ahora, en venganza, tortura a todas las mujeres en las cuales él encuentra la representación de aquella depravada. Por eso él castigaba duramente a las mujeres, pero la mujer no debía tocarle a él por ningún motivo, como le habría toqueteado, seguramente, aquella abusadora.
Esta relación, motivada en Ana por su inmenso amor, y en Christian por un progresivo encuentro con tan puro sentimiento, continúa, pese a todo.
Lean estas frases de Christian:
Lean estas frases de Christian:
-"Nunca había dormido con nadie, nunca había tenido relaciones sexuales en
mi cama, nunca había llevado a una chica en el Charlie Tango, y nunca le
había presentado una mujer a mi madre. ¿Qué estás haciendo conmigo?".
-"Yo nunca he querido más, hasta que te conocí a ti".
-"Mi cama es demasiado grande sin ti".
-"Yo nunca he querido más, hasta que te conocí a ti".
-"Mi cama es demasiado grande sin ti".
-"No,
estoy haciendo esto porque por fin he conocido a alguien con quien
quiero pasar el resto de mi vida. Nunca pensé que me pasaría a mí".
-"Yo tampoco quiero que te vayas. Desde que te conozco, me siento más vivo".
-"Yo tampoco quiero que te vayas. Desde que te conozco, me siento más vivo".
Los obsequios que Christian le va haciendo a
la Ana, ropas costosas, un auto nuevo, viajes en su avión privado, y otras atenciones,
le agradan a la mujer, pero no se siente atraída por dichas atenciones,
sino por la personalidad de ese hombre deslumbrante al cual amó como
jamás lo hubiera soñado.
Lean estas frases de Anastasia:
Lean estas frases de Anastasia:
-"Yo soy la polilla y él es la luz, y voy a quemarme".
-"Me coge las manos, me atrae hacia él y yo me dejo caer en sus brazos, mi lugar preferido en todo el mundo".
-"Yo solo te quiero a ti, Christian. Lo demás me sobra".
-"En este momento sé que haría cualquier cosa por este hombre. Soy suya".
-"No hay nada en este mundo como estar en los brazos de Christian".
-"Su voz es suave y profunda como el chocolate derretido con caramelo".
Es notable el parecido de estas expresiones de amor sincero y profundo, con las del libro "El Cantar de los Cantares" de la Biblia. Parecieran ser como un lejano eco de aquellas. Las coincidencias, a veces, parecen textuales.
-"Me coge las manos, me atrae hacia él y yo me dejo caer en sus brazos, mi lugar preferido en todo el mundo".
-"Yo solo te quiero a ti, Christian. Lo demás me sobra".
-"En este momento sé que haría cualquier cosa por este hombre. Soy suya".
-"No hay nada en este mundo como estar en los brazos de Christian".
-"Su voz es suave y profunda como el chocolate derretido con caramelo".
Es notable el parecido de estas expresiones de amor sincero y profundo, con las del libro "El Cantar de los Cantares" de la Biblia. Parecieran ser como un lejano eco de aquellas. Las coincidencias, a veces, parecen textuales.
Lean ahora estas frases del Cantar de los Cantares:
(Las letras lilas corresponden a la Novia, y las celestes al Novio)
¡Bésame con los besos de tu boca!
¡Porque más embriagantes que el vino
son tus amores!
Mientras el rey se halla en su lecho,
mi nardo exhala su perfume
Bolsita de mirra es mi amado para mí,
que reposa entre mis senos.
Su izquierda está bajo mi cabeza,
y su diestra me abraza.
Mi amado es para mí, y yo soy para mi amado.
En mi lecho, por las noches, he buscado
al amor de mi alma.
Le busqué y no lo hallé.
Me robaste el corazón,
amada mía, novia mía,
me robaste el corazón
con una mirada tuya.
¡Qué sabrosos son tus amores! ¡más que el vino!
Miel virgen destilan tus labios,
novia mía.
Hay miel y leche
debajo de tu lengua.
Mi amado metió la mano
por la hendedura,
y por él se estremecieron mis entrañas.
Su paladar es dulcísimo,
y todo él un encanto.
¡Qué bella eres, qué hechicera,
qué deliciosa, amada mía!
Esbelto es tu talle como la palmera,
y son tus senos sus racimos.
Yo me dije: voy a subir a la palmera
a tomar sus racimos.
Sí, sean tus pechos como racimos de uvas,
el aliento de tu boca es aroma de manzanas,
tu boca es vino generoso,
que entra suavemente por mi paladar,
y suavemente se desliza entre labios y dientes.
Ponme cual sello sobre tu corazón,
como un sello en tu brazo.
Porque el amor es fuerte como la muerte,
Saetas de fuego son sus saetas.
Ni el diluvio podría
extinguir el amor,
ni los ríos ahogarlo.
qué deliciosa, amada mía!
Esbelto es tu talle como la palmera,
y son tus senos sus racimos.
Yo me dije: voy a subir a la palmera
a tomar sus racimos.
Sí, sean tus pechos como racimos de uvas,
el aliento de tu boca es aroma de manzanas,
tu boca es vino generoso,
que entra suavemente por mi paladar,
y suavemente se desliza entre labios y dientes.
Ponme cual sello sobre tu corazón,
como un sello en tu brazo.
Porque el amor es fuerte como la muerte,
Saetas de fuego son sus saetas.
Ni el diluvio podría
extinguir el amor,
ni los ríos ahogarlo.
DESENLACE INESPERADO
En la
escena final, ante la nueva sesión de tortura con latigazos y sexo, el
hombre llega a azotarla en las nalgas con una correa, ya muy
fuertemente, por seis veces, ordenándole que ella fuera contando
cada latigazo. Ana, transida de dolor, soporta los latigazos, y
débilmente, llorando ya, los va contando.Terminada la sesión, pero no el llanto, Christian la lleva a Ana a la pieza, para descansar, pero ahí se produjo un violenta reacción de la mujer contra el potentado, y le grita que no vuelva a tocarle nunca más; que era un absurdo hacerla sufrir si le amaba, y huye hacia el ascensor para apartarse del hombre definitivamente.
-"¡No te atrevas a tocarme!", y él se asusta y retrocede.
Los roles han cambiado ahora: antes era ella la que no tenía permiso para tocar al "amo".
Ahora es el "amo" el que no tiene permiso para tocarle a la ahora ya no sumisa esclava.
Ahora es el "amo" el que no tiene permiso para tocarle a la ahora ya no sumisa esclava.
El rostro del hombre está transmutado. Las fibras más íntimas del amor comienzan a despertar en él, aunque ya demasiado tarde.
Pero como "el amor es más fuerte que la muerte", como acabamos de leer en el "Cantar de los Cantares" de la Biblia, los dos se siguen amando aunque, al parecer, ya sin esperanzas de volver a unirse jamás.
Justamente
ahora que Christian se zafó de sus cincuenta sombras, para convertirse
en un Romeo ardiente y tierno, la pierde a la mujer que pudo haber sido
su Julieta incondicional.
Al cerrarse la puerta del ascensor, antes de que la oculten a Ana, él le dice, desde el fondo del alma:
-"¡Ana!" y ella, mirándolo con ternura, le responde: -"¡Christian!"
-"¡Ana!" y ella, mirándolo con ternura, le responde: -"¡Christian!"
Y así termina esta película.
CONCLUSIÓN:
Esta película basada en la novela del mismo nombre, creada por la escritora británica E.L. James, carece por completo del valor que pudo haber tenido, de haberse trabajado con la merecida profundidad, el argumento, el libreto y el guión cinematográfico.
En todo esos ítemes esta película es extremadamente pobre.
En todo esos ítemes esta película es extremadamente pobre.
Entonces saldrán frustrados,
En homenaje a la verdad debo aclarar dos puntos:- tanto los que acuden para ver un film porno, porque no es una película pornográfica.
- como los que se preparan para ver un drama de naturaleza psicológica o psiquiátrica, porque en ese aspecto es extremadamente superficial.
- las escenas eróticas, o de desnudos, no totalizan más de 10 minutos;
- y el tema central de los traumas o "50 sombras de Grey", ocupa solo unos pocos segundos.
Primero: Mi comentario no se dirige a elogiar el valor de esta película.
Si bien
Si bien
- la impecable actuación de los protagonistas, Dakota Johnson, como Anastasia; y Jamie Dornan, como Christian Grey,
- y la espléndida realización fílmica y fotográfica,
- el argumento de la misma es extremadamente pobre, y carece de valor el desarrollo del tema principal que es:
- "la conducta patológica de un hombre sádico, incapaz de amar, a causa de muchos traumas o "sombras" sufridos en su niñez, y su transformación en una persona que ya puede amar intensamente, cuya mejor terapia fue el inmenso amor de una mujer".
- Ese
mismo fenómeno, pero en este caso el del hombre traidor y mujeriego, el "don Juan",
que es otra patología del amor, pero transformado por el poder educador y
redentor del amor de una mujer que ama de verdad, doña Inés, se desarrolla en el drama "Don Juan Tenorio" de José Zorrilla de San Martín.
Don Juan dice, refiriéndose a Inés, y describiendo el cambio experimentado en su forma de ser, como consecuencia del amor de esa mujer:
-"Lo que justicias y obispos
no pudieron de mí hacer
con cárceles y sermones,
lo pudo su candidez.
Su amor me torna otro hombre,
regenerando mi ser,
y ella puede hacer un ángel
de quien un demonio fue.
Lamentablemente, la película que estoy comentando le dedica solo unos pocos segundos a tan impresionante y profunda temática, como lo dije más arriba, mientras que el glamour y las escenas secundarias, ocupan casi todo el film.
Segundo: Esta película no es pornográfica.
En la pornografía se exhiben escenas sexuales explícitas, es decir, que en ellas se filman, casi exclusivamente, y en primeros planos, los genitales del hombre y de la mujer en acción, sin otro sentido más que el de mostrar el acto sexual de manera mecánica, casual, e indiscriminada: cualquiera hace cualquier cosa con cualquiera, como un simple acto morboso presentado como normal.
En el erotismo en cambio, se muestran ciertamente la desnudez y las escenas sexuales, pero no los genitales en acción, porque eso se lo da a entender, y el encuentro sexual, con toda su fogosidad, no es casual ni mecánico, sino que se realiza dentro de la atmósfera del amor, y no del morbo.
En esta película se muestra lo chocante que resulta el sadismo, peor aún cuando es practicado sobre una persona que ama al sádico, pero no por la citada perversión, sino a pesar de ella.Pero el final de la película es extremadamente breve, dura unos pocos segundos, pero yo los he valorado como si hubieran sido los primeros acordes de un himno grandioso dedicado al triunfo del amor sobre el sadismo, demostrando que el amor es más fuerte, tal como lo expresa una de las frases de El Cantar de los Cantares que he citado más arriba:
Porque el amor es fuerte como la muerte,
Saetas de fuego son sus saetas.
Ni el diluvio podría
extinguir el amor,
ni los ríos ahogarlo.
Espero haber satisfecho la curiosidad de los lectores, que me solicitaron mi parecer acerca de esta polémica película.
Cordiales saludos:
Dr. Francisco Oliveira y Silva
Me encanta tu comentario por que viene de alguien que LEYO los libros y que vio la película.
ResponderEliminarAmigo Anónimo: No hay otro modo de hacer un comentario serio y objetivo, cuando se trata de evaluar una película tan injustamente manoseada por ciertos comentaristas impreparados, cuyos comentarios obsesivamente enfocados en el sexo, han faltado al respeto a la escritora de la obra en cuestión, presentándola como inmoral o como promotora de la "violencia de género", embaucando así, por ignorancia, a los espectadores, que no merecen leer o escuchar semejantes opiniones descaminadas.
ResponderEliminarExcelente comentario hacia la pelicula...es la crítica más objetiva que he leído sobre 50 sombras de Grey...yo leí los libros y vi la pelicula...como buena lectora me quedó con el libro pero tenía que ir a ver la película y de pornográfica no tiene nada...es simple erotismo!!! y ya veremos las siguientes dos peliculas para ver el desenlace de esta historia de amor...que al final de cuentas eso es una historia de amor!!!
ResponderEliminarQuerida amiga: Me alegro de que te haya gustado mi artículo.
ResponderEliminarYo también coincido contigo: los libros, casi siempre, superan a la película basada en ellos. La razón es muy simple: durante la lectura vuela nuestra imaginación; la película, en cambio, nos impone las imágenes.
Lo lamentable es que muchos, incluyendo los críticos de espectáculos, tienen un metejón con una errada moralidad del sexo, y nos quieren imponer esa moral que estigmatiza lo más grande que tiene la persona: el amor, cuya expresión más perfecta se encuentra en la unión sexual.
Otros se van al otro extremo: el libertinaje. Librarse de incurrir en ambos extremos es una conquista de la madurez de cada persona.
Francisco la Historia no termina ahi 50 sombras ma oscuras es la segunda parte del libro donde relata todo sobre Cristian su dificil niñez y como va enamorandose mas profundamente de Anastacia ademas alli el se dispuso a ser el novio que desea Ella aun no termie de leerla pero estoy en eso!
ResponderEliminarQuerido amigo: gracias por tu observación; conozco las tres partes de esta historia, pero mi objetivo se ciñe estrictamente a comentar la primera parte, ya convertida en una película, que muchos, incluyendo a críticos de espectáculos, no la entendieron, y se limitaron a repetir lo que todos sabemos: que un amor sádico no es amor.
EliminarLa película enseña todo lo contrario: la chica rompe con el novio, justamente porque no admite esa "forma de amar" y se lo hace ver diciéndole:
"¡Ya no te atrevas a tocarme!".
"Si me amas, ¿por qué tienes que hacerme sufrir?"
Me refiero a la escena final. Ella le sigue amando: pero así, con latigazos, ya no.
Esperemos que puedan venir las otras dos partes que faltan, aunque creo que eso va a tardar.
Francisco, tu comentario fue estupendo. Me ayudo a comprender mas la pelicula. Lamentablemente yo no lei ninguno de los libros pero al ver la pelicula no entendi muy bien su trama. Lo unico que tendria para corregir es que la pelicula no termina en la escena que vos mencionaste, al menos la que yo vi por internet, sino que finaliza mostrando al protagonista Christian Grey retirandose de una reunion de trabajo y a mi entender, yendo a buscar a Anastasia. Saludos.
ResponderEliminarAnónimo: me alegro de que mi comentario te haya servido para entender la esencia de esa película: que el amor verdadero tiende a buscar la felicidad del ser amado, no su dolor.
EliminarEl desenlace de la película que se mostró en la sala, es el que puse en mi comentario.
No conozco la versión de Internet: tal vez esté cortada, y eso imposibilita comprenderla.