Queridos amigos y lectores:
Desgraciadamente hoy cualquiera puede meterse a fundar una secta, sea esta evangélica, satánica, o de otra naturaleza.
Y comenzar a ser "cacique" de una pequeña tribu de seguidores ignorantes e interesados, cuyo número no alcanza a un centenar de personas.
No me refiero a ninguna de la Iglesias Evangélicas tradicionales y centenarias, ni a sus Pastores y seguidores, que practican sus propias crencias, y su interpretación de la Biblia, sin molestar ni agredir a nadie.
Me refiero a esta gente malparida, sin relevancia ni preparación carente de sentido común y de las elementales normnas de convivencia social y de respeto.
Aquí están estos psicópatas posando para la foto
antes de cometer su acto de barbarie.
HOY Supuestos "Evangélicos" destrozan imágenes de santos antes de cometer su acto de barbarie.
y generan indignación en católicos
http://bit.ly/1H7WXJF
Estas son personas que pretenden alguna notoriedad, haciendo esta clase de actos más propios de gente mentalmente enferma, que de cristianos. Son capaces de todo.
Los seguidores del Mensaje evangélico, basado en la Paz y el Amor, que nos dejó el Maestro, jamás incurrirán en actos de esta especie, que riñen, no ya con el Evangelio solamente, sino con las normas de buena educación y de respeto social.
En ningún pasaje de la vida y de la predicación de Jesús, se lee que Él haya destruido o haya mandado destruir ninguna estatuilla o imagen, como lo hicieron estos desubicados ignorantes.
Dije ignorantes porque
- lo de romper y quemar imágenes,
- así como lo del "ojo por ojo",
- o el repudiar a la mujer,
- o el modo de tratar los casos de lepra,
- por citar solamente algunas costumbres de una ya extinta cultura milenaria,
- han quedado en las páginas del Antiguo Testamento,
- y Jesús, que vino a perfeccionar y dar cumplimiento a la Ley, jamás enseñó la violencia.
- podríamos repudiar a la mujer,
- no deberíamos comer carne de ciertos animales,
- tendríamos que instalar el tratamiento de la lepra en personas, en ropas y en edificios,
- y quemar ciudades cuyos habitantes no aceptan la Biblia, etc. Pero todo eso ya pasó: Jesús nos dio el Nuevo Testamento, corrigiendo la
ley de Moisés en muchos casos.
Así también lo enseñó San Pablo:
“Pero ahora estamos libres de la ley, por haber muerto para aquella en que estábamos sujetos, de modo que sirvamos bajo el régimen nuevo del Espíritu y no bajo el régimen viejo de la letra." (Romanos 7:6).En fin: no podemos evitar seguir tropezando en la vida con esta clase de gente perturbada, violenta y sin respeto, que son amigos de la fuerza y del amarillismo para tener cabida en la prensa aunque sea haciendo estos disparates ofensivos a las buenas costumbres y al respeto.
La cara misma de esos dos señores es más la de dos vagabundos psicópatas, que la de verdaderos pastores evangélicos.
Como católico, he trabajado y sigo trabajando con pastores y con cristianos evangélicos, buscando luchar por los puntos y los valores en los cuales coincidimos.
Nunca nos ponernos a discutir sobre temas en los que discrepamos, porque eso no tiene relevancia alguna en lo concerniente al Mensaje Evangélico.
Lo único que puedo decir, como conclusión, es:
Cuidarse de esta gente, verdaderamentrte sectaria y violenta, porque no sabemos hasta dónde pueden llegar con su comportamiento patológico, más parecido al de los terroristas y motochorros, que al de personas normales.
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