Durísima y ya demasiado larga ha sido la lucha contra los activistas del lobby gay, que pretendíeron, hace añares, conseguir que el nombre de "familia" se aplicara legalmente a las uniones homosexuales, incluída la adopción de niños, por lo cual promovieron el término "diversas formas de familia".
Su objetivo clarísimo era redefinir el término familia, tradicionalmente entendido como la unión entre un hombre y una mujer y la descendencia de ambos, es decir: el padre, la madre y los hijos.
Entonces, cualquier grupo podría considerarse familia, con tal de que vivan felices bajo un mismo techo, incluyendo asesinos feroces.
Los cancilleres de las 200 Naciones que integran la ONU, en su mayoría no simpatizan con estas nuevas tendencias anticientíficas
- de conceptos, como "trabajadoras del sexo", en vez de "prostitutas";
"niños en situación de calle", en vez de "niños de la calle";
"métodos alternativos de interrogatorio", en vez de "tortura";
y muchos otros, - ni de términos rarófilos antigramaticales, como
"los y las niños y niñas", por "los niños";
"paraguayos y paraguayas", en vez de "paraguayos"
"estén atentos y también atentas",(como dice Oscar Acosta) en vez de "estén atentos", que es lo correcto.
- a la deformación de los conceptos y, de allí,
- a la deformación de la moral y
- a la deformación de las costumbres.
Les envío el artículo completo donde se informa al mundo acerca de este estrepitoso fracaso de los pertenecientes al lobby "antifamilia", y "antimoral" tradicional.
Cordiales saludos:
Dr. Francisco Oliveira y Silva
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Activistas sexuales lamentan aprobación
(Me he permitido resaltar en colores algunas frases, para darles mayor importancia).
WASHINGTON D.C., 17 de julio (C-Fam)
Si alguien dudara de la victoria celebrada por los provida en cuanto a la resolución sobre los derechos de la familia, aprobada por el Consejo de Derechos Humanos en Ginebra recientemente, basta que se fije en la reacción de los activistas sexuales. Están muy disgustados.
Una agrupación que se autodenomina «Sexual Rights Initiative» condenó la resolución de manera muy clara.
Días antes de iniciarse el debate, se quejó de que ella no reconociera el modo en el que «la moralidad y las tradiciones» pueden no concordar con «normas internacionales de derechos humanos».
Dijo que la resolución era «inútil para promover el discurso de derechos humanos de manera significativa alguna y solo sirve para minar adelantos logrados con esfuerzo».
La resolución sobre la familia fue aprobada por primera vez hace dos años e insta a los estados a tomar en cuenta a la familia en la política pública. Esta segunda aprobación deja fijo el reconocimiento de que el Consejo de Derechos Humanos está haciendo retroceder oficialmente las tendencias que han puesto en riesgo a la familia.
Lo que pertuba de forma particular a los activistas sexuales es el hecho de que los Estados Miembro insistan en usar «familia» en singular en vez de «diversas formas de familia».
Una vez aprobada la resolución, Sexual Rights Initiative se puso furiosa e incluso apocalíptica. Dijo que era un «revés y sirve para polarizar aún más al Consejo de Derechos Humanos…»
Adujo que constituía un obstáculo para los «derechos humanos de las personas» al «elevar a la familia como institución…» Además, acusó que la familia es escenario de violaciones de los derechos humanos, que es patriarcal y opresiva.
Una de las refriegas más divisivas del debate fue a causa de la palabra «familia». Hace años, la frase «diversas formas de familia» se convirtió en lo que se conoce como «lenguaje acordado» en los documentos de la ONU. El lenguaje acordado casi nunca cambia. Pero este sí lo hizo.
Tan solo en los últimos dos años, «diversas formas» se rechazó en favor de «familia» en singular.
Países europeos intentaron que no se aceptara el término en Ginebra, pero fueron rebatidos.
Los países conservadores estaban preparados para proponer una modificación que decía que el matrimonio es solo entre un hombre y una mujer, pero esto ya no fue necesario, tras el fracaso de la enmienda sobre «diversas formas de familia».
Los defensores de los LGBT (Lesbianas,Gays,Bisexuales, Transexuales) han intentado durante años conseguir que el
Consejo reconozca la «orientación sexual y la identidad de género» como
nueva categoría de no discriminación al mismo nivel de derechos humanos como la libertad religiosa. Han fracasado
completamente.
¿La resolución del Consejo de Derechos Humanos sobre la familia dará lugar a un reconocimiento en la Asamblea General de Nueva York y en otros documentos de la ONU? Eso está por verse.
Sus defensores ciertamente lo intentarán, pero todavía hay fuerte resistencia por parte de los poderosos estados de la Unión Europea.
Traducido por Luciana María Palazzo de Castellano
Activistas sexuales lamentan aprobación
de resolución profamilia de la ONU en Ginebra
(Me he permitido resaltar en colores algunas frases, para darles mayor importancia).
By Austin Ruse | July 19, 2015
WASHINGTON D.C., 17 de julio (C-Fam)
Si alguien dudara de la victoria celebrada por los provida en cuanto a la resolución sobre los derechos de la familia, aprobada por el Consejo de Derechos Humanos en Ginebra recientemente, basta que se fije en la reacción de los activistas sexuales. Están muy disgustados.
Una agrupación que se autodenomina «Sexual Rights Initiative» condenó la resolución de manera muy clara.
Días antes de iniciarse el debate, se quejó de que ella no reconociera el modo en el que «la moralidad y las tradiciones» pueden no concordar con «normas internacionales de derechos humanos».
Dijo que la resolución era «inútil para promover el discurso de derechos humanos de manera significativa alguna y solo sirve para minar adelantos logrados con esfuerzo».
La resolución sobre la familia fue aprobada por primera vez hace dos años e insta a los estados a tomar en cuenta a la familia en la política pública. Esta segunda aprobación deja fijo el reconocimiento de que el Consejo de Derechos Humanos está haciendo retroceder oficialmente las tendencias que han puesto en riesgo a la familia.
Lo que pertuba de forma particular a los activistas sexuales es el hecho de que los Estados Miembro insistan en usar «familia» en singular en vez de «diversas formas de familia».
Una vez aprobada la resolución, Sexual Rights Initiative se puso furiosa e incluso apocalíptica. Dijo que era un «revés y sirve para polarizar aún más al Consejo de Derechos Humanos…»
Adujo que constituía un obstáculo para los «derechos humanos de las personas» al «elevar a la familia como institución…» Además, acusó que la familia es escenario de violaciones de los derechos humanos, que es patriarcal y opresiva.
Una de las refriegas más divisivas del debate fue a causa de la palabra «familia». Hace años, la frase «diversas formas de familia» se convirtió en lo que se conoce como «lenguaje acordado» en los documentos de la ONU. El lenguaje acordado casi nunca cambia. Pero este sí lo hizo.
Tan solo en los últimos dos años, «diversas formas» se rechazó en favor de «familia» en singular.
Países europeos intentaron que no se aceptara el término en Ginebra, pero fueron rebatidos.
Los países conservadores estaban preparados para proponer una modificación que decía que el matrimonio es solo entre un hombre y una mujer, pero esto ya no fue necesario, tras el fracaso de la enmienda sobre «diversas formas de familia».
Los defensores de los LGBT (Lesbianas,Gays,Bisexuales,
¿La resolución del Consejo de Derechos Humanos sobre la familia dará lugar a un reconocimiento en la Asamblea General de Nueva York y en otros documentos de la ONU? Eso está por verse.
Sus defensores ciertamente lo intentarán, pero todavía hay fuerte resistencia por parte de los poderosos estados de la Unión Europea.
Traducido por Luciana María Palazzo de Castellano
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