EN ESTA NAVIDAD, JESÚS CUMPLIÓ 2015 AÑOS

Queridos amigos y lectores:

La familia unida, en armonía y paz, en Navidad.

 

Tradicionalmente, cada 25 de diciembre celebramos el Nacimiento de Jesús.

Algunos dicen que fue en otra fecha, o en otro año... Pero eso no viene al caso.
Jesús nació por aquellos tiempos, y eso es un hecho histórico, es decir, real, no solo espiritual o religioso. Y eso es lo que vale.

Y no solo se trata de un acontecimiento real, sino del acontecimiento más importante de la historia de la Humanidad. Por eso los historiadores señalan los acontecimientos con las siglas

• a.d.C (antes de Cristo), y
• d.d.C (después de Cristo).

Según esos cálculos aproximados, si ponemos el nacimiento de Jesús en el año uno, para señalar los hechos ocurridos antes y después de su nacimiento, 

hoy Jesús estaría cumpliendo 2015 años, aproximadamente.

Y eso es lo que nos interesa: celebrar su cumpleaños en cada Navidad, sin necesidad de debatir sobre el día exacto de su venida al mundo.

Comparto con ustedes esta foto hogareña que ilustra mi comentario.

En ella, mi hija Mali sostiene a uno de mis nietecitos, Mateo.
Su papá Carlos, otro de mis hijos, tuvo la feliz idea de poner, en esa hermosa torta, los años que estaría cumpliendo Jesús, es decir 2015.
Y Mateo, haciendo de Jesús Niño, está procediendo a apagar las velas, saludando al año que se va.
Y lo hizo muy bien una vez terminado el tradicional canto "Que los cumplas feliz".

¡Qué lindo sería que, en todos los hogares cristianos, cantáramos dicha canción a la medianoche de la Nochebuena, que es la hora simbólica en la que habría nacido el Mesías! Estallan bombas, es cierto, pero mejor estaría la canción.

Con velas o sin velas; con torta o sin torta, pero con mucho amor.

Hago propicia esta postal hogareña, para desearles a todos ustedes, mis queridos amigos y lectores,
                                         un feliz año 2016, 

con mis sinceros augurios de que, durante sus doce meses, con la ayuda del Divino Niño recién nacido en Belén, logren convertir en realidad sus más anhelados propósitos.

Alzamos nuestras copas virtuales, y brindamos cordialmente:

Dr. Francisco Oliveira y Silva y Familia.