Queridos amigos y lectores:
Hermosa representación artística de LA VIDA QUE EMPIEZA DESPUÉS DE LA MUERTE:
Mientras los ojos de este cuerpo terreno se cierran, los del cuerpo nuevo se abren para siempre.
El cirujano Eben Alexander, de la Universidad de Harvard, que afirma que hay vida tras la muerte
explica el "Mapa del Todo". Reúne testimonios de científicos, grandes sabios del pasado
y gente corriente, para tratar de demostrar que el Cielo existe. Su libro lleva el título: "La prueba del Cielo"
Muchas familias están de luto ahora, y con lágrimas, a causa del fallecimiento de algún ser querido.
Algunos dejaron este mundo por muerte natural, debido a la vejez o a alguna enfermedad.
Otros, a causa de algún desgraciado accidente, lo cual es muchísimo más doloroso.
No pocas veces surgen, en el Consultorio, conversaciones relativas al fenómeno de la muerte.
- Algunos creen firmemente que, con la muerte, todo acaba: el cuerpo se descompone, y solo queda el recuerdo.
- Otros creen, con no menor firmeza, que al morir el alma parte hacia algún lugar y sigue viviendo mejor aún.
Yo, después de muchísimas lecturas de libros, no solo de teólogos, sino también de filósofos, de médicos, de psiquiatras, y de escritores, que protagonizaron este acontecimiento, es decir, que murieron, pero lograron volver a vivir minutos después, ya sea espontáneamente, o gracias a técnicas médicas de reanimación, he llegado a creer, con absoluta firmeza que,
al morir, partimos, nosotros mismos, no solo nuestra alma, a una dimensión diferente, tan desconocida como real.
Me pareció muy oportuno compartir con ustedes el fruto de mis reflexiones y de mis convicciones personales, con relación al fenómeno de la muerte del ser humano.
"Para tus fieles, oh Señor, la vida se transforma, no se arrebata: y destruido este cuerpo terrestre,
En latín, que es el idioma original de las Misas, y el idioma oficial de la Iglesia católica,dicha frase dice así:
"Para tus fieles, oh Señor, la vida se transforma, no se arrebata: y destruido este cuerpo terrestre,
se nos prepara un cuerpo eterno". (Prefacio de la Misa de difuntos).
"Tuis enim fidelibus, Domine, vita mutatur, non tollitur: et dissoluta terrestris hujus incolatus domo, aeterna in caelis habitatio comparatur".
El texto latino emplea la palabra ("domo" que significa "casa", como sinónimo de "cuerpo". Considera al cuerpocomo la "casa" del alma.
EXPLICACIONES:
- LAS IMÁGENES DE ARRIBA SON REPRESENTACIONES ARTÍSTICAS DE ESTE FENÓMENO PORTENTOSO:
LA SALIDA DEL CUERPO ESPIRITUAL, ABANDONANDO EL CUERPO MATERIAL.
- LA DE ABAJO ES UNA FOTO REAL DEL NACIMIENTO DE UNA CIGARRA, QUE ILUSTRA A LA PERFECCIÓN LO QUE OCURRE AL MORIR EL SER HUMANO:
LA SALIDA DE LA CIGARRA QUE ABANDONA SU CRISÁLIDA.
Es como que ella sale de su propio cuerpo, pero en un estado diferente:es decir, SE HA TRANSFORMADO, PERO NO HA MUERTO.
Con el ser humano ocurre lo mismo: "LA VIDA SE TRANSFORMA, NO SE ARREBATA", como se lee en la Misa de difuntos.
Yo denomino a este fenómeno maravilloso, en el cual un ser SE DA A LUZ A SÍ MISMO: "AUTOGÉNESIS", es decir, que es como UN PARTO.
Con la diferencia de que en el parto se da a luz a otra vida. En la AUTOGÉNESIS uno se da a luz a sí mismo.
ENTONCES, LA MUERTE NO EXISTE, PORQUE MIENTRAS
- EL CUERPO MATERIAL VA CESANDO EN SUS FUNCIONES,
- EL CUERPO ESPIRITUAL LAS VA DESARROLLANDO PLENAMENTE.
- MIENTRAS LOS OJOS DE ESTE CUERPO SE CIERRAN,
- LOS DEL NUEVO CUERPO YA ESTÁN ABIERTOS.
Esta foto de la cigarra saliendo de su crisálida, es la representaciòn perfecta del
cuerpo espiritual saliendo del cuerpo material.
Respuesta: sí, y la encontramos en San Pablo, 1a,Corintios, Capítulo 15, vesículos: 35 al 50.
Allí leemos esta soprendente explicación QUE, POR DESGRACIA, NUNCA SE ESCUCHA EN LAS HOMILÍAS.
DICE SAN PABLO:
Porque si no hay resurrección de los muertos, Cristo tampoco resucitó.
Si solamente en esta vida tenemos esperanza en Cristo, somos los más dignos de lástima de todos los hombres.
Pero no; Cristo ha resucitado de entre los muertos como primicia de los que mueren.
Si por solo motivos humanos luché contra las fieras en Éfeso, ¿de qué me aprovecha? Si los muertos no resucitan, comamos y bebamos, porque mañana moriremos.
Pero dirá alguno: ¿Cómo resucitarán los muertos? ¿Con qué cuerpo vuelven a la vida?
¡Necio!, lo que tú siembras no nace, si no muere antes.
Y lo que siembras, no es el cuerpo que ha de nacer, sino el grano desnudo, ya sea de trigo o de otro grano;
pero Dios le da el cuerpo según ha querido, y a cada una de las semillas el propio cuerpo.
No toda carne es la misma carne, sino que una es la de los hombres, otra carne la de los ganados, otra la de las aves, y otra la de los peces.
Y hay cuerpos celestes, y cuerpos terrestres; y uno es el replandor de los cuerpos celestes, y otro el de los terrestres.
Uno es el resplandor del sol, otro el de la luna, y otro el de las estrellas, y una estrella se diferencia de la otra en el resplandor.
Pues así en la resurrección de los muertos. Se siembra en corrupción, resucita en incorrupción; se siembra en flaqueza, y se levanta en poder; se siembra cuerpo animal, y se levanta un cuerpo espiritual.
Pero lo espiritual no es primero, sino lo animal; luego lo espiritual.
El primer hombre fue de la tierra, terrenal; el segundo hombre, que es el Señor, es del cielo.
Cual el terrenal, tales también los terrenales; y cual el celestial, tales también los celestiales.
Y así como llevamos la imagen del terrenal, llevaremos también la imagen del celestial.
Pero yo os digo, hermanos, que la carne y la sangre no pueden poseer el reino de Dios, ni la corrupción heredará la incorrupción.
Porque es preciso que lo corruptible se revista de incorrupción, y este ser mortal se revista de inmortalidad.
Y cuando este ser corruptible se haya revista de incorruptibilidad, y este ser mortal se revista de inmortalidad, entonces se cumplirá lo que está escrito: La muerte ha sido sorbida por la victoria. ¿Dónde está, oh muerte, tu victoria?
Porque si no hay resurrección de los muertos, Cristo tampoco resucitó.
Y si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación, y vana es también vuestra fe.
Y aún más, somos hallados falsos testigos de Dios porque contra Dios hemos testificado que él resucitó a Cristo, al cual no resucitó, si en verdad los muertos no resucitan.
Porque si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó.
Y si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana; aún estáis en vuestros pecados.
Y aún más, somos hallados falsos testigos de Dios porque contra Dios hemos testificado que él resucitó a Cristo, al cual no resucitó, si en verdad los muertos no resucitan.
Porque si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó.
Y si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana; aún estáis en vuestros pecados.
Si solamente en esta vida tenemos esperanza en Cristo, somos los más dignos de lástima de todos los hombres.
Pero no; Cristo ha resucitado de entre los muertos como primicia de los que mueren.
Si por solo motivos humanos luché contra las fieras en Éfeso, ¿de qué me aprovecha? Si los muertos no resucitan, comamos y bebamos, porque mañana moriremos.
Pero dirá alguno: ¿Cómo resucitarán los muertos? ¿Con qué cuerpo vuelven a la vida?
¡Necio!, lo que tú siembras no nace, si no muere antes.
Y lo que siembras, no es el cuerpo que ha de nacer, sino el grano desnudo, ya sea de trigo o de otro grano;
pero Dios le da el cuerpo según ha querido, y a cada una de las semillas el propio cuerpo.
No toda carne es la misma carne, sino que una es la de los hombres, otra carne la de los ganados, otra la de las aves, y otra la de los peces.
Y hay cuerpos celestes, y cuerpos terrestres; y uno es el replandor de los cuerpos celestes, y otro el de los terrestres.
Uno es el resplandor del sol, otro el de la luna, y otro el de las estrellas, y una estrella se diferencia de la otra en el resplandor.
Pues así en la resurrección de los muertos. Se siembra en corrupción, resucita en incorrupción; se siembra en flaqueza, y se levanta en poder; se siembra cuerpo animal, y se levanta un cuerpo espiritual.
Pues si hay un cuerpo animal, también lo hay espiritual.
Pero lo espiritual no es primero, sino lo animal; luego lo espiritual.
El primer hombre fue de la tierra, terrenal; el segundo hombre, que es el Señor, es del cielo.
Cual el terrenal, tales también los terrenales; y cual el celestial, tales también los celestiales.
Y así como llevamos la imagen del terrenal, llevaremos también la imagen del celestial.
Pero yo os digo, hermanos, que la carne y la sangre no pueden poseer el reino de Dios, ni la corrupción heredará la incorrupción.
Porque es preciso que lo corruptible se revista de incorrupción, y este ser mortal se revista de inmortalidad.
Y cuando este ser corruptible se haya revista de incorruptibilidad, y este ser mortal se revista de inmortalidad, entonces se cumplirá lo que está escrito: La muerte ha sido sorbida por la victoria. ¿Dónde está, oh muerte, tu victoria?
El cuerpo "animal" es el biológico, el que tenemos ahora, ese no es "el que va a brotar".
El cuerpo "espiritual" es el que saldrá de nosotros al morir: ese es "el que va a brotar".
Y dicho cuerpo es creación de Dios, según leemos: "Y Dios le da un cuerpo a su voluntad".
Y dicho cuerpo es creación de Dios, según leemos: "Y Dios le da un cuerpo a su voluntad".
EN EL SIGUIENTE VIDEO SE APRECIA MEJOR EL NACIMIENTO DE LA CIGARRA,
QUE ES EL SÍMBOLO PERFECTO DEL PROCESO QUE TIENE LUGAR DURANTE
LA MUERTE DEL CUERPO ANIMAL, Y LA RESURRECCIÓN DEL CUERPO ESPIRITUAL:
https://youtu.be/rDcFP_33_AE : DE ELLA NACE ELLA, COMO EN UN PARTO DE SÍ MISMA.
No debemos, por lo tanto, estar esperando miles de millones de años para resucitar,
sino que la resurreccción se produce mientras estamos muriendo.
El siguiente Power-point, realizado en base a los hallazgos científicos de la doctora Elizabeth Kübler Ross, es bellísimo.
Por eso voy a poner un cariño y un cuidado especial para presentarlo y enviarlo. Yo conozco, a través de la lectura de sus libros, a la Doctora en Psiquiatría ELIZABETH KÜBLER ROSS, de nacionalidad estadounidense.
Ella descubrió y difundió los conocimientos del "corpus", o contenido científico, de una ciencia nueva, llamada "TANATOLOGÍA", que quiere decir "ESTUDIO DE LA MUERTE", hoy una rama de la Medicina, que, desgraciadamente, muy pocos conocen. Los médicos saben qué hacer con la vida, pero desconocen el territorio de la muerte, razón por la cual no pueden preparar a sus pacientes para tan dichoso viaje ni, menos aún, confortar y brindar contención a los familiares que lloran ya por la partida del ser tan amado, niño o anciano.
Esta profesional comenzó su descubrimiento examinando los dibujos en las paredes de las celdas donde los niños, durante la última guerra mundial, aguardaban el momento de ser exterminados por ser judíos o por otras razones de orden político.
La mayoría de ellos dibujaban mariposas. ¿Saben por qué?
Será indispensable que lean los pequeños libritos que escribió esta doctora, para que puedan informarse de eso y de otras muchas realidades de las cuales la ciencia tradicional, basada solo en lo material y lo tangible, no habla, por carecer de la metodología adecuada para acceder a esos fenómenos tan reales como maravillosos e indescriptibles.
Esta doctora lo ha logrado. Apasionada por tan trascendental descubrimiento, dedicó el resto de su vida a esta investigación fascinante, desde finales de la citada guerra, en Alemania, hasta el año 2004, ya en los Estados Unidos, cuando le tocó, también a ella, ingresar en el deslumbrante territorio del cual nos habló en sus cautivantes escritos, y conferencias desarrolladas en distintos escenarios mundiales, acerca del tema de la muerte.
En cierta ocasión exclamó: "ANTIGUAMENTE, EL CREER EN LA OTRA VIDA ERA CUESTIÓN DE FE : HOY ESO ES ALGO CIENTÍFICAMENTE DEMOSTRADO."
Ella escribió bajo los siguientes títulos: "La muerte, un amanecer"; "La muerte: un asunto de vital importancia"; "La vida después de la vida", entre otros.
Les auguro, mis queridos amigos, que disfruten de este P.P. tan bien logrado, y emotivamente embellecido por una delicada melodía, que le da realce y calor humano a todas las verdades que el traductor logró resumir, de los escritos y conferencias de esta insigne doctora.
Muy cordiales saludos:
Dr. Francisco Oliveira y Silva
Psicólogo Clínico
Reg. Prof. 477
Tel 0985 24 26 01
Psicólogo Clínico
Reg. Prof. 477
Tel 0985 24 26 01
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