Queridos amigos y lectores:
SE PUEDE CAMBIAR EL COLOR DEL PAÑUELO, PERO NO LAS IDEAS YA ARRAIGADAS
DEL BANDO AL CUAL SE PERTENECIÓ TODA LA VIDA.
Afirmar "yo creo en la libertad", como lo hizo Peña, y provenir del bando político que impone en las escuelas la Ideología de Género, que admite el aborto y el "matrimonio" homosexual, ¡es un repugnante absurdo!
El Liberalismo, que es el bando político al cual perteneció Peña toda su vida, admite en su ideario el matrimonio gay y el aborto: Barack Obama y Hilary Clinton son un triste ejemplo.
Santiago Peña sigue pensando como liberal, aunque se ponga la pañoleta colorada.
El bando Republicano, no admite ninguna de esas aberraciones.
Creer en un candidato "Liberorrepublicano", que es la resultante de mezclar dos ideologías contrapuestas, es admitir de antemano el más estrepitoso fracaso del Partido Colorado.
Peña ya se convirtió en un poderoso espantavotos, antes de iniciar su campaña.
Creer en un candidato "Liberorrepublicano", que es la resultante de mezclar dos ideologías contrapuestas, es admitir de antemano el más estrepitoso fracaso del Partido Colorado.
Peña ya se convirtió en un poderoso espantavotos, antes de iniciar su campaña.
Es un candidato con "transplante de cabeza", cirugía imposible médicamente, y menos aún políticamente.
Nadie votaría por semejante "monstruo" propio de la ciencia ficción. ¡Menos mal que mostró sus garras a tiempo!
Paraguay necesita líderes de principios, no insulsos personajes transplantados.
Dr. Francisco Oliveira y Silva
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