Queridos amigos y lectores:
O DERECHO DE OCULTAR NUESTRAS FUENTES DE INFORMACIÓN.
LO IMPORTANTE ES QUE ESAS FUENTES SEAN FIDEDIGNAS.
No voy a repetir aquí lo que ya denuncié en los citados artículos, puesto que todo eso ya ha quedado estampado en mi blog.
Me sorprendió, sin embargo, que en su Agenda no figuraban audiencias personales con ninguno de los sacerdotes, de modo que cada uno pudiera exponer, de primera mano, dichos problemas.
Por ese motivo, tal vez, uno de los sacerdotes le manifestó públicamente, durante un almuerzo, una situación que demostraba que sus asistentes no le permiten informarse bien al Superior General. ¡Bochornoso!
Filtrar información al Jefe máximo denota una actitud delictiva o hasta criminal, según lo que se le está ocultando.
Como soy exalumno salesiano, y fui seminarista en tan amada Congregación hasta los 20 años, aunque sin culminar la carrera del sacerdocio, conozco mucho de la misma y tengo amigos y pacientes de alta confianza que me informan acerca de los graves problemas que señalé en mis artículos.
Nunca he revelado ni revelaré mis fuentes. Eso es obvio.
Coloqué, incluso, una viñeta en Facebook, el 5 de mayo de pasado, con la siguiente leyenda:
Un salesiano, durante el almuerzo, le demostró al Rector Mayor, que le ocultan información, y que firma documentos sin leerlos.
Me enteré enseguida que uno de los asistentes a ese almuerzo, acusó directamente al salesiano cuyo nombre no lo di ni lo daré,diciéndole: "VOS LE CONTASTE AL DOCTOR OLIVEIRA LO QUE LE DIJISTE AL RECTOR MAYOR EN LA MESA, Y EL DOCTOR LO PUBLICÓ".
Confieso que no fue así.
Fue otro sacerdote, de los más de 20 que compartieron el mencionado almuerzo, quien me brindó tal información.
¿Por qué tendría que ser necesariamente el protagonista quien me relatara lo sucedido? ¿No eran, acaso, muchos los testigos?
Por Ética y Sigilo profesional tengo el derecho y la obligación de ocultar mis fuentes. Siempre lo hice y lo seguiré haciendo.
Por Ética y Sigilo profesional tengo el derecho y la obligación de ocultar mis fuentes. Siempre lo hice y lo seguiré haciendo.
Pero esta anécdota me hizo reflexionar en estos cuatro puntos:
- Los que le ocultan información al Rector Mayor ¿piensan, realmente, que él no está debidamente informado?
- Si yo, un ciudadano corriente, estoy informado de tan graves hechos ¿cómo no va a estarlo el Superior General?.
- Si está informado ¿por qué no ha tomado medidas correctivas?
- Si no está informado ¿cómo puede ser el Superior General de más de 40.000 salesianos?
PERO, CON LA PRUDENCIA Y LA SABIDURÍA QUE TIENEN LOS GRANDES LÍDERES, ESTÁ ESPERANDO EL MOMENTO OPORTUNO PARA DECIDIR QUÉ SANCIONES APLICARÁ
- A LOS CULPABLES DE LOS PROBLEMAS,
- A LOS QUE LE FILTRARON INFORMACIÓN,
- Y A LOS SUPERIORES REGIONALES ENCUBRIDORES.
Como anillo al dedo, en estos días apareció en la prensa lo del escándalo sexual de religiosos en Chile, y la renuncia de todo el obispado chileno, puesta en manos del Papa, con la finalidad de facilitar al Santo Padre la toma de decisiones en relación a estos delitos que hirieron gravemente a la Iglesia de aquel país.
Con tal motivo escribí otro artículo referente a los encubridores, como los hay en todas partes y, puntualmente, en la Congregación salesiana del Paraguay.
En uno de sus párrafos puse lo siguiente:
LA POSTURA DEL PAPA FRANCISCO CON RELACIÓN A LOS ENCUBRIDORES DE PEDÓFILOS Y ABUSADORES SEXUALES PERTENECIENTES AL CLERO, ES TERMINANTE:
"NO PROTEGERÁ A NADIE, SEA QUIEN SEA".
"NO PROTEGERÁ A NADIE, SEA QUIEN SEA".
ENCUBRIDORES: VAYAN PONIENDO LAS BARBAS EN REMOJO.
Cordiales saludos:
Dr Francisco Oliveira y Silva
Dr Francisco Oliveira y Silva
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