Queridos amigos y lectores:
"En nuestra conducta ordinaria, necesitamos una virtud muy superior a la del legendario rey Midas: él convertía en oro todo cuanto tocaba.
Nosotros hemos de convertir —por el amor— el trabajo humano de nuestra jornada habitual, en obra de Dios,
Nosotros hemos de convertir —por el amor— el trabajo humano de nuestra jornada habitual, en obra de Dios,
con alcance eterno."
(San Josemaría Escrivá)
(San Josemaría Escrivá)
Muchos creen que trabajo y oración son cosas distintas, y dicen: "¡Tengo tanto trabajo, que ya no me queda tiempo para rezar".
Pues bien: Debo darles hoy la buena noticia de que trabajando, y ofreciendo a Dios todo lo que hacemos, concientes de que esa es su Voluntad, no solo estamos rezando, sino que estamos avanzando en el camino que lleva a la santidad.
Nos lo recuerda San Pablo: "Entonces, ya sea que comáis, que bebáis, o que hagáis cualquier otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios." (1 Corintios, 10:31).
En la obra dramática "El divino impaciente", escrita por el poeta español José María Pemán, el Fundador de los Jesuitas, Ignacio, hoy santo, le dice al Padre Francisco Javier, hoy también santo, a punto de partir como misionero:
"Ni el rezo estorba al trabajo,
ni el trabajo estorba al rezo.
Trenzando juncos y mimbres,
se pueden labrar a un tiempo,
para la tierra un cestillo,
y un rosario para el cielo."
¿Vergüenza por ser cristianos?
Me he encontrado, en diversas ocasiones, con personas que me manifestaron sentir cierto malestar al escuchar cómo nos desprecian los personeros de la muerte, que son los defensores del aborto, o de la Ideología de Género, o del libertinaje sexual, sean estos ateos o racionalistas.
Me dicen esos cristianos: "Tanto escuchamos que nos tratan de retrógrados, opresores, enemigos del progreso, carvernícolas, o ignorantes, que nos hacen dudar de si son ellos los que tienen razón".
Les respondo: "¡Nunca debemos pensar que tienen razón los que viven en la mentira y de la mentira!"
Y les explico que esa gente es solo un pequeño grupito, cuyas palabras, orales o escritas, no tienen más trascendencia que lo que uno canta en el baño mientras se ducha. ¡Hay que dejarles hablar!
Teniendo nosotros en nuestros corazones la Luz de Cristo, que es la Verdad y la Vida, debemos sentirnos tan felices y seguros, como para no dar cabida a semejantes pensamientos de esa duda, que ellos pretenden sembrar en nosotros.
No debemos discutir con ellos, porque ellos, sabiendo que mienten, se dedican, por sucia estrategia, a denostar, insultar y agredir, porque carecen en absoluto de argumentos para hacernos frente.
Hay, incluso, en otros países, y en pleno siglo XXI, ¡ristianos que prefieren ser torturados y degollados por no renegar de la Fe en Cristo!
¿Y vamos a vacilar nosotros, ante un grupito de personas que simplemente nos desprecian e insultan?
NO DEBEMOS TENER VERGÜENZA DE PROFESAR Y DEFENDER EL MENSAJE DE CRISTO.
Les acerco una estupenda entrevista aparecida en "Religión en Libertad", realizada al Masterchef Pepe Rodríguez, cuya actitud, al igual que la demostrada por los futbolistas de Croacia en el reciente Mundial de Rusia, nos muestran a personas que ellos se sienten orgullosos y firmes ante el mundo, por llevar en el corazón la llama indeficiente del amor a Cristo.
ESTA ES LA ENTREVISTA: Hay que leerla toda, copiarla y llevarla en la mochila, para meditarla cada tanto.
«Perdamos todos el miedo a decir que somos creyentes», anima el masterchef Pepe Rodríguez
El popular chef televisivo Pepe Rodríguez, un día después de la final de Master
Chef, ha hablado de su fe,con Mónica Moreno en una entrevista para Alfa y Omega.
Entrevistado en su restaurante El Bohío (https://elbohio.net), en Illescas (Toledo),
habla de su devoción a la Virgen de la Caridad, que tiene allí
un santuario. y del avivamiento de su fe en Cursillos de Cristiandad. "Perdamos
todos el miedo a decir que somos creyentes", exhorta.
Chef, ha hablado de su fe,con Mónica Moreno en una entrevista para Alfa y Omega.
Entrevistado en su restaurante El Bohío (https://elbohio.net), en Illescas (Toledo),
habla de su devoción a la Virgen de la Caridad, que tiene allí
un santuario. y del avivamiento de su fe en Cursillos de Cristiandad. "Perdamos
todos el miedo a decir que somos creyentes", exhorta.
- ¿Quién es Pepe Rodríguez?
- Es un hombre que nació en Madrid el 13 de marzo de 1968, aunque toda su familia
era de Illescas y se vino de muy niño aquí. Me he criado en un ambiente hostelero.
En resumen, soy una persona normal que ha trabajado en aquello que sus padres le
dejaron, el restaurante El Bohío, que data de antes de la guerra civil. Que fue un chico
feliz, que se crió como cualquier otro niño de los años 80, jugando en la calle a las bolas,
a la peonza… Uno más.
era de Illescas y se vino de muy niño aquí. Me he criado en un ambiente hostelero.
En resumen, soy una persona normal que ha trabajado en aquello que sus padres le
dejaron, el restaurante El Bohío, que data de antes de la guerra civil. Que fue un chico
feliz, que se crió como cualquier otro niño de los años 80, jugando en la calle a las bolas,
a la peonza… Uno más.
- ¿Y quién es para usted la Virgen de la Caridad? Es habitual verle en su
santuario.
santuario.
- Para mí ella es muy importante. Llevo a la Virgen de la Caridad en el corazón.
Justo ahora vengo de
hacerle una visita y estaba pensando que, lamentablemente, no se la pudo ver en
la final de MasterChef.
También me acordaba de la suerte que he tenido de disfrutar del santuario y de su
presencia. Recordé cada mes de mayo, cuando nos sacaban del colegio y las hermanas
mercedarias nos traían a cantar a la Virgen y a rezarle. Aquellos momentos eran
tan bonitos, todos reunidos en torno a la Madre.
Recuerdo cómo nos teníamos que inventar la frase que decíamos a la Virgen, frases que
todavía llevo hoy en mi corazón.
Justo ahora vengo de
hacerle una visita y estaba pensando que, lamentablemente, no se la pudo ver en
la final de MasterChef.
También me acordaba de la suerte que he tenido de disfrutar del santuario y de su
presencia. Recordé cada mes de mayo, cuando nos sacaban del colegio y las hermanas
mercedarias nos traían a cantar a la Virgen y a rezarle. Aquellos momentos eran
tan bonitos, todos reunidos en torno a la Madre.
Recuerdo cómo nos teníamos que inventar la frase que decíamos a la Virgen, frases que
todavía llevo hoy en mi corazón.
- ¿Cómo vive su fe en medio del mundo de la televisión y la fama?
- Pues con normalidad. La fe no está reñida ni con la televisión ni con la fama; tampoco está
reñida con ser arquitecto o médico. La fe se tiene o no se tiene, se vive o no se vive, se
lleva o no se lleva. No sé si soy un hombre capacitado para dar ninguna norma, pero a mí
no me estorba para nada en mi trabajo. Intento que la gente que está a mi alrededor
entienda que soy un hombre de fe, pero tampoco lo voy pregonando ni creo que sea necesario.
Cuando toca y surge lo digo con naturalidad para que todo se normalice y no parezca algo
extraordinario.
reñida con ser arquitecto o médico. La fe se tiene o no se tiene, se vive o no se vive, se
lleva o no se lleva. No sé si soy un hombre capacitado para dar ninguna norma, pero a mí
no me estorba para nada en mi trabajo. Intento que la gente que está a mi alrededor
entienda que soy un hombre de fe, pero tampoco lo voy pregonando ni creo que sea necesario.
Cuando toca y surge lo digo con naturalidad para que todo se normalice y no parezca algo
extraordinario.
- ¿Qué es para usted la parroquia?
- Soy un hombre que vive en la parroquia, que va a la iglesia de su pueblo y participa en ella.
No sé si participo todo lo que debería, pero sí intento que mi familia, mis hijos y mi mujer la
vivamos desde dentro.
Pero no es nada fácil enseñar a los hijos que vayan a la iglesia. En mi casa mi madre sí
iba a Misa, mi padre no. Y quiero que mis hijos vean que yo voy a Misa, aunque ellos son
a veces los que no quieren, por la edad y por diversos motivos. El mejor ejemplo que les puedo
dar es que vean que yo voy con normalidad y naturalidad.
No sé si participo todo lo que debería, pero sí intento que mi familia, mis hijos y mi mujer la
vivamos desde dentro.
Pero no es nada fácil enseñar a los hijos que vayan a la iglesia. En mi casa mi madre sí
iba a Misa, mi padre no. Y quiero que mis hijos vean que yo voy a Misa, aunque ellos son
a veces los que no quieren, por la edad y por diversos motivos. El mejor ejemplo que les puedo
dar es que vean que yo voy con normalidad y naturalidad.
- ¿Qué ingredientes debe tener la relación de una persona con Dios?
- La mía es muy profunda, pero hacer de eso una receta… ya es difícil. Yo me pregunto: ¿por qué
he tenido la suerte de conocer a Dios? ¿Por qué he tenido la suerte de sentirlo cerca y otros no
lo sienten?
No dependerá de mí; ha sido algo que me ha venido dado. ¿Cómo dar los ingredientes? Primero,
es importante haber conocido a Dios. Y luego, darte cuenta de que tienes que cultivar esa
relación día a día y que te debe exigir más. Como soy una persona que fallo tanto, no soy ningún
ejemplo que seguir para nadie, pero sí sé que, aunque caiga,me puedo levantar y que Dios
siempre me perdona.
he tenido la suerte de conocer a Dios? ¿Por qué he tenido la suerte de sentirlo cerca y otros no
lo sienten?
No dependerá de mí; ha sido algo que me ha venido dado. ¿Cómo dar los ingredientes? Primero,
es importante haber conocido a Dios. Y luego, darte cuenta de que tienes que cultivar esa
relación día a día y que te debe exigir más. Como soy una persona que fallo tanto, no soy ningún
ejemplo que seguir para nadie, pero sí sé que, aunque caiga,me puedo levantar y que Dios
siempre me perdona.
- Ha hecho los Cursillos de Cristiandad. ¿Fue algo determinante?
- Sí, hubo un antes y un después del cursillo. Desde niño había ido a Misa porque mi madre me
obligaba.
Iba y seguro que iba feliz. Aparecí en un cursillo y no sabía muy bien para qué. De hecho, me llevé
un balón de baloncesto, pensando que iba a ser algo así como un campamento de verano. Y me
encontré con Dios. Tres días sin parar de rezar y sin parar de hablar con Dios, de preguntarle
qué quiere de mí. Aquello me cambió, me ayudó a sentirme más cerca de Él. Dios me dijo:
«Quiero que te enteres».
obligaba.
Iba y seguro que iba feliz. Aparecí en un cursillo y no sabía muy bien para qué. De hecho, me llevé
un balón de baloncesto, pensando que iba a ser algo así como un campamento de verano. Y me
encontré con Dios. Tres días sin parar de rezar y sin parar de hablar con Dios, de preguntarle
qué quiere de mí. Aquello me cambió, me ayudó a sentirme más cerca de Él. Dios me dijo:
«Quiero que te enteres».
- ¿Se acuerda de sus catequistas?
- Sí. Quiero resaltar la labor de un catequista que deja su domingo, que da su tiempo libre, que
quitatiempo a su familia por dar la catequesis a los niños. Esto sí me parece algo único.
Estamos ahora resaltando un programa de televisión, pero eso no tiene ningún valor comparado
con lo que hace un catequista.
quitatiempo a su familia por dar la catequesis a los niños. Esto sí me parece algo único.
Estamos ahora resaltando un programa de televisión, pero eso no tiene ningún valor comparado
con lo que hace un catequista.
- ¿Qué es para usted la familia?
- Es un pilar fundamental. Los que no han encontrado una familia seguro que viven también felices,
pero yo tengo tres hijos y no encuentro nada tan grande como ellos. Nada hay más grande que
mi familia.
pero yo tengo tres hijos y no encuentro nada tan grande como ellos. Nada hay más grande que
mi familia.
- ¿Cómo conjuga la vida familiar con la televisión y el restaurante?
- Seguramente lo conjugo mal, pero no sé hacerlo de otra manera. Aunque gano otras cosas,
me pierdomucho de vivencias muy importantes de mi familia y de mis hijos. Eso sí, el momento
en que estoy con mi familia es único y lo vivo con mucha intensidad. No sé si lo adecuado es
pasar un día entero con la familia, si basta solo con las tardes, si hay que ponerse unos horarios
para estar con ellos…
Yo sobre todo intento que ese tiempo con ellos sea de calidad.
me pierdomucho de vivencias muy importantes de mi familia y de mis hijos. Eso sí, el momento
en que estoy con mi familia es único y lo vivo con mucha intensidad. No sé si lo adecuado es
pasar un día entero con la familia, si basta solo con las tardes, si hay que ponerse unos horarios
para estar con ellos…
Yo sobre todo intento que ese tiempo con ellos sea de calidad.
- ¿Qué valores inculca a sus hijos?
- Los que yo tengo, que no sé si son los mejores. A mi hija mayor le insisto para que vaya a
Misa los domingos, pero ella no quiere. Me dice: «Papá, que estoy muy liada; papá, que no
tengo tiempo, tengo que estudiar…, ¿y cómo voy a perder una hora?». Pues yo voy y doy ejemplo.
Y, a veces, cuando me
pregunta, le respondo: «¿No te das cuenta de que yo trabajo todos los días de la semana
pero encuentro ese momento para ir; lo busco porque lo quiero, porque lo necesito?».
Quiero que se décuenta de que ir a Misa es lo mejor que va a hacer en su vida. Si saca un siete
o un nueve es secundario, pero entiendo que mi ejemplo le puede llegar. Soy lo que soy porque
he visto muchos ejemplos en mis padres. A lo mejor quiere volver a ir mañana o dentro de
18 domingos, pero llevarla obligada no es la mejor fórmula.
Misa los domingos, pero ella no quiere. Me dice: «Papá, que estoy muy liada; papá, que no
tengo tiempo, tengo que estudiar…, ¿y cómo voy a perder una hora?». Pues yo voy y doy ejemplo.
Y, a veces, cuando me
pregunta, le respondo: «¿No te das cuenta de que yo trabajo todos los días de la semana
pero encuentro ese momento para ir; lo busco porque lo quiero, porque lo necesito?».
Quiero que se décuenta de que ir a Misa es lo mejor que va a hacer en su vida. Si saca un siete
o un nueve es secundario, pero entiendo que mi ejemplo le puede llegar. Soy lo que soy porque
he visto muchos ejemplos en mis padres. A lo mejor quiere volver a ir mañana o dentro de
18 domingos, pero llevarla obligada no es la mejor fórmula.
- Si se pregunta a vecinos de Illescas, muchos se acuerdan de cuando ayudaba usted a los
toxicómanos.
toxicómanos.
- Fue un momento muy bonito, justo después de hacer cursillos. Todos los cursillistas que conocía
hacían algo en aquel momento, y yo nada. Me sentía acomplejado. Me llamaba la atención cuando
por la noche tomaba algo con los amigos y veía a un señor en Illescas que se acercaba a los
drogadictos y tomaba algo con ellos. Íbamos diciendo: «Mira este, que me robó el radiocasete ayer;
mira aquel…». Me di cuenta de lo fácil que es criticarlos y de lo difícil que es hacer como aquel
hombre que los ayudaba, don José Soriano. Me estaba dando un ejemplo. Un día por la calle
me lo crucé de frente –yo nunca había hablado con él– y le ofrecí mi ayuda.
hacían algo en aquel momento, y yo nada. Me sentía acomplejado. Me llamaba la atención cuando
por la noche tomaba algo con los amigos y veía a un señor en Illescas que se acercaba a los
drogadictos y tomaba algo con ellos. Íbamos diciendo: «Mira este, que me robó el radiocasete ayer;
mira aquel…». Me di cuenta de lo fácil que es criticarlos y de lo difícil que es hacer como aquel
hombre que los ayudaba, don José Soriano. Me estaba dando un ejemplo. Un día por la calle
me lo crucé de frente –yo nunca había hablado con él– y le ofrecí mi ayuda.
- ¿Y qué le contestó?
- «Mañana nos vemos, te espero en casa. Empezamos una labor de entrega por los demás…».
La cuestión es ayudar al que nos necesita, ya sea da porque no tiene que comer, porque ha venido
en una patera… En este caso, se trataba de ayudar al prójimo en una época difícil en la que la droga
no se entendía. Esa labor de cuerpo a cuerpo, de buscar recursos, de llevarlos a casa, 24
horas al día… Fue la época más emocionante de mi vida. Estar con los más necesitados te aterriza.
Necesitamos contacto con la realidad porque si no perdemos la esencia del ser humano.
Cualquiera puede acabar en la droga. Es una pandemia que está ahí, y si no somos sensibles
y no lo hacemos algo por los demás, es que no hemos entendido nada de la vida.
La cuestión es ayudar al que nos necesita, ya sea da porque no tiene que comer, porque ha venido
en una patera… En este caso, se trataba de ayudar al prójimo en una época difícil en la que la droga
no se entendía. Esa labor de cuerpo a cuerpo, de buscar recursos, de llevarlos a casa, 24
horas al día… Fue la época más emocionante de mi vida. Estar con los más necesitados te aterriza.
Necesitamos contacto con la realidad porque si no perdemos la esencia del ser humano.
Cualquiera puede acabar en la droga. Es una pandemia que está ahí, y si no somos sensibles
y no lo hacemos algo por los demás, es que no hemos entendido nada de la vida.
- Es usted empresario. ¿Cuál es su compromiso en la empresa como cristiano?
- Intento ser el mejor empresario posible, pero también es difícil ser el mejor cocinero posible,
el mejor maestro posible… Intento llevar a la empresa lo que tengo en el corazón, lo que se
me ha dado. Con mis defectos, pero intento tratar a la gente que trabaja conmigo como me
gustaría que me tratasen a mí si la empresa fuera de ellos. Al final, soy el administrador y ya está.
Lo reflexiono muchas veces, porque es muy difícil mandar con criterio, con sentido, con pulso,
con talante, sin superioridad… Mando porque tengo esa responsabilidad no porque lleve
una insignia de jefe. Intento aplicar el Evangelio a la empresa y en el trato con la gente que trabaja
para mí. Intento también dar ejemplo, llegar el primero, con el compañerismo…
el mejor maestro posible… Intento llevar a la empresa lo que tengo en el corazón, lo que se
me ha dado. Con mis defectos, pero intento tratar a la gente que trabaja conmigo como me
gustaría que me tratasen a mí si la empresa fuera de ellos. Al final, soy el administrador y ya está.
Lo reflexiono muchas veces, porque es muy difícil mandar con criterio, con sentido, con pulso,
con talante, sin superioridad… Mando porque tengo esa responsabilidad no porque lleve
una insignia de jefe. Intento aplicar el Evangelio a la empresa y en el trato con la gente que trabaja
para mí. Intento también dar ejemplo, llegar el primero, con el compañerismo…
- ¿Y su colaboración con Cáritas?
- La labor de Cáritas es impagable, extraordinaria, solo puedo hablar bien. Me siento parte de
Cáritas. Sobre la colaboración, ¡cómo no vas a ayudar a quien te pide ayuda! Si me piden ayuda
ahí estoy.
Ahora que uno es muy reconocido te llaman de mil asociaciones para que seas su imagen.
Bueno, está bien ayudar de esa forma, pero esa disponibilidad hay que tenerla siempre y con
todo el mundo. No ahora porque soy reconocido. Tampoco me parece bien que, porque seas
famoso, se presuponga que lo que tú digas es lo mejor. No me parece esa la mejor manera de
predicar. No me gusta que se me invite ahora que soy reconocido cuando se podría haber hecho
antes y lo necesitaba tanto o más. La relación que yo tengo con Dios está por encima de
la tele o de la cocina. La ayuda la necesito y la puedo prestar siempre. ¿Solo por mi imagen?
No valoro más el testimonio de un famoso creyente que el de un fontanero, un taxista…
A mí me interesa el pueblo llano. La gente sencilla y normal.
Cáritas. Sobre la colaboración, ¡cómo no vas a ayudar a quien te pide ayuda! Si me piden ayuda
ahí estoy.
Ahora que uno es muy reconocido te llaman de mil asociaciones para que seas su imagen.
Bueno, está bien ayudar de esa forma, pero esa disponibilidad hay que tenerla siempre y con
todo el mundo. No ahora porque soy reconocido. Tampoco me parece bien que, porque seas
famoso, se presuponga que lo que tú digas es lo mejor. No me parece esa la mejor manera de
predicar. No me gusta que se me invite ahora que soy reconocido cuando se podría haber hecho
antes y lo necesitaba tanto o más. La relación que yo tengo con Dios está por encima de
la tele o de la cocina. La ayuda la necesito y la puedo prestar siempre. ¿Solo por mi imagen?
No valoro más el testimonio de un famoso creyente que el de un fontanero, un taxista…
A mí me interesa el pueblo llano. La gente sencilla y normal.
- A los cristianos de a pie nos da miedo decir «yo soy creyente».
- A mí también me da miedo. Lo he dicho en ámbitos, más pequeños… Para mí es igual de
importante lo que tú me estás contando como lo que yo cuento, para mí tiene el mismo valor.
No necesito que seas famosa para que me des ejemplo, ya me lo has dado. Necesitamos
sensibilizar a la sociedad. Perdamos todos el miedo a decir que somos creyentes.
importante lo que tú me estás contando como lo que yo cuento, para mí tiene el mismo valor.
No necesito que seas famosa para que me des ejemplo, ya me lo has dado. Necesitamos
sensibilizar a la sociedad. Perdamos todos el miedo a decir que somos creyentes.
- ¿Cómo ve hoy la labor de la Iglesia?
- Como todo, ha evolucionado. La cocina se está actualizando porque es un lenguaje vivo
que se transforma. La Iglesia se tiene que renovar, se está renovando continuamente;
lleva 2.000 años en constante renovación. Y se tendrá que renovar aún más, y lo que antes
eran extraordinario se normalizará. No hay que tenerle miedo al futuro. Antes había un
cristianismo con muchas obligaciones.
Y ojalá la Iglesia fuese más pobre todavía; la Iglesia nació pobre, deberíamos ser más pobres
para quererla más. Las palabras de don José Rivera [conocido sacerdote de Toledo] no se me
olvidarán en la vida, cuando decía: «Ojalá la Iglesia se hubiera dedicado a hacer iglesias más pequeñas y más feas; hoy las tendríamos más feas, pero más llenas». En esas tenemos que seguir.
Cordiales saludos:que se transforma. La Iglesia se tiene que renovar, se está renovando continuamente;
lleva 2.000 años en constante renovación. Y se tendrá que renovar aún más, y lo que antes
eran extraordinario se normalizará. No hay que tenerle miedo al futuro. Antes había un
cristianismo con muchas obligaciones.
Y ojalá la Iglesia fuese más pobre todavía; la Iglesia nació pobre, deberíamos ser más pobres
para quererla más. Las palabras de don José Rivera [conocido sacerdote de Toledo] no se me
olvidarán en la vida, cuando decía: «Ojalá la Iglesia se hubiera dedicado a hacer iglesias más pequeñas y más feas; hoy las tendríamos más feas, pero más llenas». En esas tenemos que seguir.
Dr. Francisco Oliveira y Silva
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