EL AMOR, MÁS QUE UN SENTIMIENTO, ES UNA DECISIÓN DE SERVIR AL OTRO

Queridos amigos y lectores:    EN SU PRIMERA ENCÍCLICA "DEUS CÁRITAS EST" ("DIOS ES AMOR"), EL PAPA BENEDICTO XVI  ABORDA EL TEMA DEL AMOR,Y SE REFIERE AL AMOR DEL EROS Y AL AMOR DEL ÁGAPE. 1. ACLARACIONES PREVIAS Me permitiré transcribir fragmentos de mi libro "Lo que no dice la Biblia", publicado en 2007, donde, en varios capítulos, me refiero al tema del sexo y del amor, tal como se lo presenta en la Biblia. (Páginas 217 y siguientes). Lo hago porque, en los tiempos que corren, la funesta Ideología de Género, jamás menciona el amor, como si este motor de la Humanidad fuera un simple invento de soñadores falaces y anticuados, absolutamente descartable, y reducen la relación sexual a un simple medio para el disfrute de un placer bestial, con quien sea y donde sea, degradando la sexualidad al nivel de las más abyectas y promocionadas aberraciones que ellos las consideran psicológicamente normales. Nuestra lucha contra esta mortal ideología debe comenzar "iluminando con conocimiento", como dice el lema de mi blog, la mente de los seres humanos, para evitar que caigan en manos de estos depredadores de lo más sublime que tiene la civilización humana, aprovechándose de la ignorancia que muchos sufren en relación a este tema.  Destruyen así los más nobles principios, valores y derechos humanos, instalando su perversa ideología política. Y para llevar a cabo la misión de "Iluminar con conocimiento", debemos empezar por instalar en nuestras Instituciones educativas, desde el Jardín hasta la culminación del Bachillerato, una educación basada en valores, especialmente en los Programas de Ciencias y de Psicología, cuando en ellos se trata el tema de la sexualidad humana. Que los educandos comprendan las funciones sexuales de tal modo que puedan internalizar, con absoluta claridad, que las relaciones sexuales tienen tres finalidades:  --- la reproducción humana,  --- el placer,  --- y la expresión de amor.  Y que estas tres funciones, juntas o separadas, deben darse entre el hombre y la mujer que han decidido unir y compartir sus vidas, con responsabilidad, plenamente concientes de las consecuencias que conllevan las relaciones sexuales.  El embarazo, que es una de las principales, no debe terminar jamás en el aborto. Y las enfermedades de transmisión sexual, que suelen ser otras de las consecuencias, deben evitarse, o tratarse mediante el asesoramiento médico.  Todo este enfoque permite llegar a la conclusión de que el sexo no es un juego, una diversión, o un entretenimiento que puede practicarse libremente con cualquiera, como pretenden inculcar, desde la infancia, los implacables promotores de la Ideología de Género, que es una villana estrategia de colonización ideología, y de una tiranía política, cuya finalidad es, única y exclusivamente, empotrarse en el poder para aprovecharse del mismo, como lo hacen los otros partidos políticos, pero con la diferencia de que  los partidos políticos hacen campañas intentando convencer a la gente y ganar adeptos y votos,  mientras que los socialistas se las ingenian para meter a presión, y obligatoriamente, mediante leyes tramposamente conseguidas, su ideario político en las escuelas, para conquistar seguidores de manera fácil, alevosa e injusta, desde la infancia, cometiendo el delito de abuso de menor, y secuestro del derecho de los padres a educar a sus hijos acorde con los valores practicados en cada familia.  Los hijos son de las familias. Los comunistas, por el contrario, sostienen que los hijos son del Estado. La expresidente de Chile, Michelle Bachelet, argumentó esa ridícula teoría, con el siguiente "razonamiento" estúpido, propio de esa gente mala o ignorante: "Los ciudadanos pertenecen al Estado. Los niños son ciudadanos. Por lo tanto los niños pertenecen al Estado, no a sus padres. ESO ES EL COMUNISMO. Y ESE ES NUESTRO ENEMIGO. ______________________________________________________ 2. REFLEXIONES SOBRE EL AMOR El amor, cuando surge, súbita o progresivamente, entre el hombre y la mujer, genera suma alegría, entusiasmo y deseos de estar junto a la persona amada el mayor tiempo posible, por la felicidad que eso produce. Es el amor "eros", que involucra también la admiración del encanto físico de la persona que se comienza a amar, y el deseo de una proximidad e intimidad crecientes hacia esa persona.  Pero, a medida que el amor se va consolidando y madurando, se convierte en un deseo de hacer feliz a la persona amada, más que de buscar la felicidad en ella. Es el amor "ágape". Cuando el amor llegó a ese punto, sigue siendo un sentimiento, por supuesto, pero, más allá del sentimiento, se convierte en la decisión de dedicar la propia vidaa hacer feliz a esa persona, más que a buscar en ella la propia felicidad. ¡Qué bueno sería comenzar con estas reflexiones el Programa de Educación sexual basada en valores!  Y seguir luego explicando cómo la fusión carnal es la expresión más alta de la fusión espiritual que se dio cuando surgió el amor. Es entonces cuando cuerpo y espíritu se unifican, y el amor se torna pleno.    SU SANTIDAD EL PAPA BENEDICTO XVI EN MI LIBRO "LO QUE NO DICE LA BIBLIA" PUEDE LEERSE TODO LO QUE SIGUE En la brillante Encíclica "Deus cáritas est" (Dios es amor), el Papa Benedicto XVI alude expresamente a este tan conflictivo como desconocido y, a veces, rechazado tema. El Papa dice: "El hombre es realmente él mismo, cuando cuerpo y alma forman una unidad íntima: el desafío del eros puede considerarse superado cuando se logra esta unificación. Si el hombre pretendiera ser solo espíritu y quisiera rechazar la carne como si fuera una herencia meramente animal, espíritu y cuerpo perderían su dignidad... Pero ni la carne ni el espíritu aman: es el hombre, la persona, la que ama como criatura unitaria, de la cual forman parte cuerpo y alma... Únicamente de este modo el amor eros puede madurar hasta su verdadera grandeza". Sigue diciendo el Papa: "Nos hemos encontrado con las dos palabras fundamentales: eros, como concepto del amor mundano, y ágape, como denominación del amor fundado en la fe y plasmado por ella. Con frecuencia ambos se contraponen. Si se llevara al extremo este antagonismo, la esencia del cristianismo quedaría desvinculada de las relaciones vitales fundamentales de la existencia humana. Si bien el eros inicialmente es sobre todo vehemente fascinación por la gran promesa de felicidad, al aproximarse la persona al otro, se planteará cada vez menos cuestiones sobre sí misma, para buscar cada vez más la felicidad del otro.  El desarrollo del amor hacia sus más altas cotas y su más íntima pureza conlleva el que ahora aspire a lo definitivo, y esto en un doble sentido: en cuanto implica exclusividad, "sólo esta persona", y en el sentido del "para siempre". No podría ser de otra manera, puesto que su promesa apunta a lo definItivo: el amor tiende a la eternidad". Me permitiré ahora, con toda modestia, brindar un testimonio personal sobre cuanto venimos diciendo acerca del amor.  En mi poemario autobiográfico "Ruta de Luz" , publicado en el 2002, hay unos versos que escribí en mi juventud, en 1965, a mi primera novia y actual esposa, con quien uní mi vida hasta el día de hoy. Tenemos seis hijos.  Transcribo aquellos versos, no por vanidad de quien quiere ponerse "como ejemplo", sino por la feliz coincidencia entre cuanto yo siempre he pensado acerca del amor, y los conceptos de la citada Encíclica del Papa publicada en el 2005. ¿Y cuál es el testimonio? Es este: cuando uno va a tocar algún tema acerca de la vida, debe haberlo vivido previamente.  La clave para lograr transmitir el fuego y la fuerza de la convicción a los lectores u oyentes, radica en eso: pensar, sentir y estar viviendo cuanto se dice. Yo quiero testimoniar la experiencia del amor "definitivo", del que habla la Encíclica.  En ella, el Papa dice que el amor definitivo "implica exclusividad, solo esta persona".  En mi poemario se lee: "Te quiero así como te quise un día: hermana, ángel, esposa y compañera. Eres la única y fuiste la primera a bordo del bajel de mi alegría". La Encíclica pone de relieve también que el amor es para siempre: "el amor tiende a la eternidad".  Eso puede leerse en otro de mis versos: "Ligada a mi, ceñida a mí con fuerza,  quiero llevarte hasta la eternidad, porque un amor que no conoce ocaso, es amor de verdad". Necesito repetir que no es mi intención promocionar mi poemario ni, mucho menos, ponerme de ejemplo. Deseo, simplemente, demostrar mi ya antigua convicción sobre estos puntos, evidenciando así mi plena y sincera adhesión incondicional a todo lo que se lee en la Encíclica "Deus cáritas est" cuya lectura in extenso me permito recomendar a mis lectores. Quisiera cerrar este breve comentario con otra cita del Papa. Dice: "Omnia vincit amor", dice Virgilio en las Bucólicas, "el amor todo lo vence", y añade: "et nos cedamus amori" "rindámonos también nosotros al amor" (Navidad 2005) Cordiales saludos: Dr. Francisco Oliveira y Silva. ResponderReenviar