martes, 12 de mayo de 2020

EL PAPA FRANCISCO HA INVITADO A LA CELEBRACIÓN DE UN PACTO EDUCATIVO GLOBAL



Queridos amigos y lectores:

Educación superior
"La mente no es un vaso para llenar, sino una lámpara para encender". (Plutarco)  
El Papa Francisco, ha emitido un mensaje el 12 de setiembre de 2019, dirigido a todas las personas involucradas en la educación, invitándoles a participar en la celebración de "un evento mundial para el día 14 de mayo de 2020, que tendrá como tema: “Reconstruir el pacto educativo global”.

Algunos se sorprendieron a raíz de un corto video en el cual se lo ve al papa Francisco leyendo un breve párrafo de esta invitación, porque "no lo menciona a Dios, y pareciera estar empleando un vocabulario del Nuevo Orden Mundial", según dijeron.

Y me preguntaron qué opinaba yo al respecto. A uno de ellos le envié mi respuesta la cual, sin mencionar el nombre de quien me hizo la pregunta, hago extensiva a todos los que tengan interés en el tema de la educación, y en la postura del Papa en relación a ese tema. 
 
ObservaciónESTE EVENTO QUEDÓ POSTERGADO, A CAUSA DE LA PANDEMIA, Y SE REALIZARÁ DEL 11 AL 18 DE OCTUBRE DE 2020.

ESTE ES EL VIDEO:

Haré tres aclaraciones antes de referirme al tema del "pacto educativo global", y a las palabras del Papa Francisco sobre dicha iniciativa:

1. Han puesto fuera de contexto el discurso, tomando solamente la parte más "políticamente correcta", como para hacer creer que el Papa ya está asumiendo ese tipo de lenguaje.

2. No es un documento pontificio. Es una invitación del Papa a todos los involucrados en la educación.

Por lo tanto debe usar un lenguaje que pueda resultar aceptable y comprensible para los educadores de las más distintas culturas y religiones que hay en el mundo.

3. Nunca debemos conformarnos con escuchar solo un fragmento del mensaje. Debemos acudir a la FUENTE acreditada, y allí leerlo íntegramente, para no opinar habiendo leído solo un párrafo o, peor aún, habiendo mirado solo el título de la noticia.

EL DISCURSO COMPLETO DEL PAPA HAY QUE BUSCARLO EN ALGUNA FUENTE VATICANA,

  • Puse en Google esto: Discurso completo del papa Francisco pacto educativo global, y tomé el enlace de www.vatican.va y apareció, en la página de la Santa Sede, todo el discurso, no solo esa partecita que pusieron en el breve video.
  • ME PERMITÍ RESALTAR LOS PUNTOS EN LOS QUE SE NOTA SU ABSOLUTO DISTANCIAMIENTO DE 
--- LOS PLANES PERVERSOS DE LA ONU EN MATERIA DE EDUCACIÓN,  
--- Y DE LAS PRETENSIONES IDEOLÓGICAS DE LOS PROMOTORES DE "EL NUEVO ORDEN MUNDIAL". 
JAMÁS EL PAPA SE PRESTARÁ A ESE JUEGO, NI TAN SIQUIERA PENSARÁ EN TALES DISPARATES.
  • Si bien utiliza ciertos términos propios del abominable "lenguaje políticamente correcto", como "incluyente", "género" "aldea global", "casa común", "diversidad", "calentamiento global", y otros, lo hace con la exclusiva finalidad de dar a esos términos su verdadera significaciónque difiere por completo del significado errático y rocambolesco que le dan los de la "Nueva Era", o los de la "Élite".
  • PODRÁN VER QUE LO MENCIONA A JESÚS, A DIOS, Y A LOS VALORES CRISTIANOS.
    Resalto esos puntos con el color celeste, y el lila.
ESTE ES EL MENSAJE:
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MENSAJE DEL SANTO PADRE FRANCISCO
PARA EL LANZAMIENTO DEL PACTO EDUCATIVO

Queridos hermanos y hermanas:

En la Encíclica Laudato si’ invité a todos a colaborar en el cuidado de nuestra casa común, afrontando juntos los desafíos que nos interpelan. Después de algunos años, renuevo la invitación para dialogar sobre el modo en que estamos construyendo el futuro del planeta y sobre la necesidad de invertir los talentos de todos, porque cada cambio requiere un camino educativo que haga madurar una nueva solidaridad universal y una sociedad más acogedora.

Por este motivo deseo promover un evento mundial para el día 14 de mayo de 2020, que tendrá como tema: “Reconstruir el pacto educativo global”; un encuentro para reavivar el compromiso por y con las jóvenes generaciones, renovando la pasión por una educación más abierta e incluyente, capaz de la escucha paciente, del diálogo constructivo y de la mutua comprensión. Hoy más que nunca, es necesario unir los esfuerzos por una alianza educativa amplia para formar personas maduras, capaces de superar fragmentaciones y contraposiciones y reconstruir el tejido de las relaciones por una humanidad más fraterna.

El mundo contemporáneo está en continua transformación y se encuentra atravesado por múltiples crisis. Vivimos un cambio de época: una metamorfosis no sólo cultural sino también antropológica que genera nuevos lenguajes y descarta, sin discernimiento, los paradigmas que la historia nos ha dadoLa educación afronta la llamada rapidación, que encarcela la existencia en el vórtice de la velocidad tecnológica y digital, cambiando continuamente los puntos de referencia. En este contexto, la identidad misma pierde consistencia y la estructura psicológica se desintegra ante una mutación incesante que «contrasta la natural lentitud de la evolución biológica» (Carta enc. Laudato si’, 18).

Sin embargo, cada cambio necesita un camino educativo que involucre a todos. Para ello se requiere construir una aldea de la educación” donde se comparta en la diversidad el compromiso por generar una red de relaciones humanas y abiertas. Un proverbio africano dice que “para educar a un niño se necesita una aldea entera”. Por lo tanto, debemos construir esta aldea como condición para educar. El terreno debe estar saneado de la discriminación con la introducción de la fraternidad, como sostuve en el Documento que firmé con el Gran Imán de Al-Azhar, en Abu Dabi, el pasado 4 de febrero.

En una aldea así es más fácil encontrar la convergencia global para una educación que sea portadora de una alianza entre todos los componentes de la persona: entre el estudio y la vida; entre las generaciones; entre los docentes, los estudiantes, las familias y la sociedad civil con sus expresiones intelectuales, científicas, artísticas, deportivas, políticas, económicas y solidarias. Una alianza entre los habitantes de la Tierra y la “casa común”, a la que debemos cuidado y respeto. Una alianza que suscite paz, justicia y acogida entre todos los pueblos de la familia humana, como también de diálogo entre las religiones.

Para alcanzar estos objetivos globales, el camino común de la “aldea de la educación” debe llevar a dar pasos importantes. En primer lugar, tener la valentía de colocar a la persona en el centroPara esto se requiere firmar un pacto que anime los procesos educativos formales e informales, que no pueden ignorar que todo en el mundo está íntimamente conectado y que se necesita encontrar —a partir de una sana antropología— otros modos de entender la economía, la política, el crecimiento y el progreso. En un itinerario de ecología integral, se debe poner en el centro el valor propio de cada criatura, en relación con las personas y con la realidad que las circunda, y se propone un estilo de vida que rechace la cultura del descarte.

Otro paso es la valentía de invertir las mejores energías con creatividad y responsabilidad. La acción propositiva y confiada abre la educación hacia una planificación a largo plazo, que no se detenga en lo estático de las condiciones. De este modo tendremos personas abiertas, responsables, disponibles para encontrar el tiempo para la escucha, el diálogo y la reflexión, y capaces de construir un tejido de relaciones con las familias, entre las generaciones y con las diversas expresiones de la sociedad civil, de modo que se componga un nuevo humanismo.

Otro paso es la valentía de formar personas disponibles que se pongan al servicio de la comunidad. El servicio es un pilar de la cultura del encuentro: «Significa inclinarse hacia quien tiene necesidad y tenderle la mano, sin cálculos, sin temor, con ternura y comprensión, como Jesús se inclinó a lavar los pies a los apóstoles. Servir significa trabajar al lado de los más necesitados, establecer con ellos ante todo relaciones humanas, de cercanía, vínculos de solidaridad»[1]. En el servicio experimentamos que hay más alegría en dar que en recibir (cf. Hechos, 20,35). En esta perspectiva, todas las instituciones deben interpelarse sobre la finalidad y los métodos con que desarrollan la propia misión formativa.

Por esto, deseo encontrar en Roma a todos vosotros que, de diversos modos, trabajáis en el campo de la educación en los diferentes niveles disciplinares y de la investigación. Os invito a promover juntos y a impulsar, a través de un pacto educativo común, aquellas dinámicas que dan sentido a la historia y la transforman de modo positivo. Junto a vosotros, apelo a las personalidades públicas que a nivel mundial ocupan cargos de responsabilidad y se preocupan por el futuro de las nuevas generaciones. Confío en que aceptarán mi invitación. 

Apelo también a vosotros, jóvenes, para que participéis en el encuentro y para que sintáis la responsabilidad de construir un mundo mejor. La cita es para el día 14 de mayo de 2020, en Roma, en el Aula Pablo VI del Vaticano. Una serie de seminarios temáticos, en diferentes instituciones, acompañarán la preparación del evento.

Busquemos juntos las soluciones, iniciemos procesos de transformación sin miedo y miremos hacia el futuro con esperanza. Invito a cada uno a ser protagonista de esta alianza, asumiendo un compromiso personal y comunitario para cultivar juntos el sueño de un humanismo solidario, que responda a las esperanzas del hombre y al diseño de Dios.

Os espero y desde ahora os saludo y bendigo.

Vaticano, 12 de septiembre de 2019
Francisco

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