Queridos amigos y lectores:
LA ALEGRÍA DE LA MUERTE, QUE NOS ABRE LAS PUERTAS A LA DICHA ETERNA,
SE REFLEJA EN LAS FLORES QUE ADORNAN LAS TUMBAS DE AQUELLOS QUE HAN LLEVADO UNA VIDA DIGNA.
¡LLEVEMOS FLORES ADONDE SE ENCUENTRAN NUESTROS AMADOS DIFUNTOS!
El 1 de noviembre se celebra el Día de Todos los Santos, y el día siguiente, el Día de los Fieles Difuntos.
Están juntas ambas festividades, porque Santo no es solo el que ha sido canonizado por la Iglesia.
Santo es toda persona, viva o difunta, que vive o que ha vivido acorde con los principios de la espiritualidad que Dios espera del ser humano, que es tener la capacidad de
--- AMAR Y SERVIR AL PRÓJIMO NECESITADO DE NUESTRA AYUDA,
--- CON TODOS LOS MEDIOS QUE ESTÁN A NUESTRO ALCANCE.
No importa en absoluto la Religión a la que uno pertenezca, sino el llevar o haber llevado una vida ejemplar, por haber demostrado en sus actos un comportamiento digno de ser imitado.
"En el atardecer de la vida -decía San Juan de la Cruz- se nos preguntará del amor".
En el Evangelio leemos esta verdad:
"Venid vosotros, benditos de mi Padre; heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme." Entonces los justos le contestarán: "Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed y te dimos de beber?; ¿cuándo te vimos forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos?; ¿cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?" Y el rey les dirá: "Os aseguro que cada vez que lo hicisteis con uno de éstos, mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis." (Mateo 25, 31-46).
Visitamos las tumbas de nuestros seres queridos, ¡y está muy bien hacerlo!,
--- no porque ellos estén allí: "¿Por qué buscáis entre los muertos al que está vivo? No está aquí, ha resucitado”. (Lucas 24, 1-6).
--- sino porque allí se encuentra lo que fue el cuerpo portador de un espíritu digno de santidad. Entonces, con nuestra visita, veneramos esa bella reliquia.
Cordiales saludos:
Dr. Francisco Oliveira y Silva
Dr. Francisco Oliveira y Silva