Esta devoción
cuenta con la Aprobación Eclesiástica, de modo que pueden rezarlo con absoluta tranquilidad, muy especialmente
en los momentos difíciles o de gran aflicción.
Rosario de Cristo Rey de la
Creación
Una
plegaria de paz y de unión con Cristo
I.
Cómo surgió la idea de inventar un Rosario
Siempre me ha gustado leer y rezar
cuando realizo viajes de larga distancia.
En uno de esos viajes, leyendo un libro de espiritualidad, en el capítulo referente al "Cristo cósmico", es decir, a Cristo en todo el universo, surgió en mí la idea de expresar dicha verdad con esta frase:
-- "Cristo está en todo: Cristo está en mí".
Enseguida vino a mi mente el salmo 27 que dice: "El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién he de temer?", y se me ocurrió añadir esta otra frase:
-- "Si Cristo está conmigo ¿qué puedo yo temer?
Inmediatamente empecé a
repetir esas frases varias veces, con absoluta convicción y alegría por haber encontrado algo así como una
segura protección que aleja todo temor.. Después pensé que
podrían ensartarse cuentas, como en el rosario tradicional,
para repetirlas, sin necesidad de usar los dedos, siempre el mismo número de veces.
Y, por fin, me pareció muy bueno iniciar cada serie de siete frases
meditando brevemente en un milagro de Jesús, leyéndolo en el Evangelio.
Desde entonces rezo este rosario con frecuencia.
Puede omitirse la lectura del milagro, si uno ya lo conoce, reflexionando solo un momento en él.
Así fue como surgió en mí la idea de componer un rosario, con el nombre de "Rosario de Cristo Rey.de la Creación".
Puse por escrito todo lo que compone el rezo de esta nueva devoción, y lo presenté al Arzobispo Monseñor Pastor Cuquejo solicitándole la aprobación eclesiástica.
Al cabo de dos días me llamó, me felicitó por esta muy buena ocurrencia, escribió las palabras oficiales "PUEDE IMPRIMIRSE", y puso su firma, de puño y letra, y el sello del Arzobispado, en el escrito original que tengo conmigo.
II. Fundamentación de este Rosario
Cristo, desde su Resurrección,
-- Siguió teniendo su cuerpo carnal con el que se les apareció a centenares de personas, hablando con ellas y, compartiendo algún alimento, como lo hizo con los apóstoles, y con los discípulos de Emaús.Con ese cuerpo ascendió a los Cielos.
-- Y, como Dios, sigue vivo en su cuerpo espiritual, cuya carne y sangre comemos y bebemos en la Eucaristía.
Ese cuerpo espiritual vivifica toda la Creación, por lo cual recibe el nombre de "Cristo cósmico": Él está en las aguas, en los astros, en las plantas, en los seres vivos y, obviamente, en los seres humanos. Él está en ti, en mí, en cada hombre y mujer, sin importar la condición de los mismos, porque formamos parte del todo..
De esta forma Cristo es, desde su Resurrección, Espíritu vivificante, es decir, que todo tiene vida por Él:
-- "Todas las cosas han sido hechas por Él, y sin Él no se hizo nada de cuanto ha sido hecho" (Evangelio de San Juan 1, 3).
-- "En Él nos movemos, vivimos y existimos" (Hechos 17, 28).
Cristo, al no estar ya limitado por un cuerpo carnal, con el cuerpo espiritual se comunica plenamente con el Creador, con el Espíritu Santo, y con todas las cosas.
De ese Espíritu habla la Biblia en el Génesis, cuando dice: "El Espíritu se cernía sobre las aguas", es decir, sobre el caos primitivo; y, como tal, presidió el acto creador, actuó sobre la naturaleza inerte y viviente, habló por los profetas, hizo fermentar la vida, rigiendo y regulándolo todo.
Ese Espíritu es Cristo, dador de toda vida. (Col.3, 11/ 1 Cor. 15, 44/ 2 Cor. 3, 17).
Leemos también: "Señor de los Cielos y de la tierra, Creador de las aguas, Rey de toda la creación, escucha mi plegaria"
(Judit 9, 12).
De todas estas reflexiones se desprende una verdad muy clara:
ESTANDO CRISTO EN TODO Y, POR LO TANTO, EN MÍ, NADA PUEDO TEMER.
Esta verdad me permite sintetizar todo en esta frase: SI CRISTO ESTÁ CONMIGO, ¿QUÉ PUEDO YO TEMER?"
III. El Rosario de Cristo Rey, como propuestaPara meditar tan profundas y reconfortantes verdades, especialmente en los momentos de pesar o dificultades especiales, propongo este Rosario. He conocido testimonios de personas que han sentido los efectos de la paz y la seguridad en Cristo rezando este rosario.
IV. Cómo se reza este Rosario:
1. Señal de la Cruz: En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo, Amén.2. Decir esta oración: Recibe, Señor, el rezo de este Rosario, como un acto de reconocimiento y amor a tu presencia en el universo, del cual eres Rey. Perdona nuestras faltas, acepta nuestras súplicas y peticiones, y concédenos la gracias de permanecer siempre fieles al ideal de contribuir con todo nuestro corazón, con toda nuestra mente, y con todas nuestras fuerzas, a la difusión de tu Reino. Amén.
MODO DE USAR LAS DISTINTAS CUENTAS DEL ROSARIO
3. Decir: "En el primer relato contemplamos "La tempestad calmada", y hacer la lectura del pasaje evangélico.
4. Empezar por las siete primeras cuentas diciendo siete veces: "Cristo está en todo, Cristo está en mí".
5. Al llegar a las tres cuentas, decir tres veces: "Si Cristo está conmigo, ¿qué puedo yo temer?"
6. Decir: "En el segundo relato contemplamos "La pesca milagrosa", y hacer la lectura del pasaje evangélico, ... y seguir así con las demás cuentas hasta finalizar el quinto relato.
7. * En la primera cuenta después de la medallita, decir: Jesús resucitado, venga a nosotros tu Reino.
* En las tres cuentas siguientes, rezar tres veces el Gloria al Padre.
* En la última cuenta, decir: Cristo, Rey del Universo, ruega por nosotros.
* REZAR UN PADRE NUESTRO, AVE MARÍA Y GLORIA, POR LAS INTENCIONES DEL PAPA.
8. TERMINAR CON ESTA ORACIÓN:
Te damos gracias, Padre, por habernos enviado a tu Hijo Jesús para la redención de nuestros pecados. El mismo, venciendo a la muerte con su Resurrección, nos abrió la esperanza cierta de la vida eterna.
Que venga a nosotros tu Reino, que es un "Reino de verdad y vida, de santidad y gracia, de Justicia, Amor y Paz".
Te lo pedimos por nuestro Señor Jesucristo, Rey del universo, que contigo vive y reina, en unidad con el Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén. (FIN)
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-- EN EL PRIMER RELATO CONTEMPLAMOS: La tempestad calmada, (Leer el relato más abajo).
-- Repetir 7 veces: Cristo está en todo, Cristo está en mí. Y 3 veces: Si Cristo está conmigo, ¿qué puedo yo temer?.
-- EN EL SEGUNDO RELATO CONTEMPLAMOS: La pesca milagrosa. (Leer el relato más abajo).
-- Repetir 7 veces: Cristo está en todo, Cristo está en mí. Y 3 veces: Si Cristo está conmigo, ¿qué puedo yo temer?.
-- EN EL TERCER RELATO CONTEMPLAMOS: La multiplicación de los panes. (Leer el relato más abajo).
-- Repetir 7 veces: Cristo está en todo, Cristo está en mí. Y 3 veces: Si Cristo está conmigo, ¿qué puedo yo temer?.
-- EN EL CUARTO RELATO CONTEMPLAMOS: La curación de un ciego. (Leer el relato más abajo).
-- Repetir 7 veces: Cristo está en todo, Cristo está en mí. Y 3 veces: Si Cristo está conmigo, ¿qué puedo yo temer?.
-- EN EL QUINTO RELATO CONTEMPLAMOS: La resurrección de Lázaro. (Leer el relato más abajo).
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LOS RELATOS:
PRIMER RELATO: La tempestad calmada,
Subió a la barca y sus discípulos le siguieron. De pronto se levantó en el mar una tempestad tan grande que la barca quedaba tapada por las olas, pero él estaba dormido. Acercándose ellos le despertaron diciendo: "¡Señor, sálvanos, que perecemos!" Díceles: "¿Por qué tenéis miedo, hombres de poca fe?". Entonces se levantó,increpó a los vientos y al mar, y sobrevino una gran bonanza. Y aquellos hombre, maravillados decían: "¿Quién es este, que hasta el viento y elmar le obedecen?" (Mateo 8, 23-27).
SEGUNDO RELATO: La pesca milagrosa.
Cuando acabó de hablar, dijo a Simón: "Rema mar adentro, y echad vuestras redes para pescar. Simón le respondió: "Maestro, hemos estado bregando toda la noche y no hemos pescado nada; pero, en tu palabra, echaré las redes". Y haciéndolo así pescaron gran cantidad de peces, de modo que las redes amenazaban romperse. Viendo esto Simón Pedro se postró a los pies de Jesús diciendo: "Señor, apártate de mí, que soy un hombre pecador". Jesús le dijo a Simón: "No temas. Desde ahora serás pescador de hombres". (Lc 5, 4-11).
TERCER RELATO: La multiplicación de los panes.
Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: "Siento compasión de la gente, porque hace ya tres días que permanecen conmigo y no tienen qué comer. Y no quiero despedirlos en ayunas, no sea que desfallezcan en el camino. Le dicen los discípulos: "¿De dónde vamos a sacar en el desierto tantos panes para saciar a una multitud tan grande?". Díceles Jesús: "¿Cuántos panes tenéis?" Ellos dijeron: "Siete, y unos pocos pececillos". Él mandó a la gente acomodarse en elsuelo. Tomó luego los siete panes y los peces y, dando gracias, los partió e iba dándoles a los discípulos, y los discípulos a la gente. Comieron todos, y se saciaron, y de los trozos sobrantes recogieron siete canastas llenas. Lo que comieron eran cuatro mil hombres, sin contar las mujeres y los niños." (Mateo 15, 32-37).
CUARTO RELATO: La curación de un ciego.
Acercándose a Jericó, estaba un ciego sentado junto al camino pidiendo limosna. Oyendo a la muchedumbre que pasaba, preguntó qué era aquello. Le contestaron que era Jesús Nazareno que pasaba. Él se puso a gritar, diciendo: "Jesús, Hijo de David, ten piedad de mí". Deteniéndose Jesús, mandó que se lo trajeran y, cuando se hubo acercado, le preguntó: "¿Qué quieres que te haga?". Él dijo: Señor, que vea". Jesús le dijo: "Ve. Tu fe te ha salvado". Y al instante recobró la vista, y le seguía glorificando a Dios. Y todo el pueblo, al verlo, daba gloria a Dios". ( Lc. 18, 35-43).
QUINTO RELATO: La resurrección de Lázaro.
Cuando Jesús llegó, se encontró con que Lázaro llevaba ya cuatro días en el sepulcro. Dijo Marta a Jesús: "Señor, si hubieras estado aquí, no habría muerto mi hermano. Le dice Jesús: "¿No te he dicho que, si crees, verás la gloria de Dios?". Quitaron la piedra. Entonces Jesús levantó los ojos al cielo y dijo: "Padre, te doy gracias por haberme escuchado. Ya sabía yo que tú siempre me escuchas; pero lo dicho por estos que me rodean,para que crean que tú me has enviado". Dicho esto, gritó con fuerte voz: "¡Lazaro, sal fuera!". Y salió el muerto, atado de piues y manos, con vendas y envuelto el rostro en un sudario. Jesús les dijo: "Soltadle y dejadle ir" (Jn. 11 17-44).
NOTA: Se puede rezar este rosario abreviado: Leer solamente el título de cada milagro, sin leer el relato..
OBSERVACIÓN:
Este rosario lo compuse en el mes de febrero del año 2004.
Y fue presentado y aprobado por la Iglesia en octubre de 2005.
Francisco Oliveira y Silva.